Un mes después de un desahucio mediático: 12 días de acampada estéril
- El desalojo de Maximina atrajo la atención pública y terminó hasta con un detenido, pero todavía reclama sin respuestas una solución a su Ayuntamiento
- Sus tres hijos menores de edad, uno con discapacidad, y su marido están viviendo en una habitación en casa de una amiga
- El Consistorio asegura que le han ofrecido pagarle un mes de alquiler y le han gestionado la documentación para que pida un ayuda al IVIMA
Lleva doce días apostada mañana y noche en la plaza del Ayuntamiento de
la ciudad madrileña de Alcorcón, asegura que solo toma agua, nada de
zumos y nada de alimentos sólidos. "Bebo más de dos litros todos los
días, te aseguro que va a llegar un momento en el que la aborrezca",
cuenta Maximina Cossío a eldiario.es sentada en el poyete de un lateral
de la explanada en el que ha desplegado varias mantas y edredones, un
par de hamacas y pancartas con lemas contra el Consistorio de Alcorcón
(Madrid) que no le ha proporcionado una alternativa habitacional, cuando
se cumple un mes de su desahucio.
Según los datos del Consejo General del Poder Judicial, durante el primer trimestre del año
9.081 lanzamientos se produjeron por el mismo motivo que el de
Maximina: impago del alquiler. La mayoría de esos desalojos han pasado
desapercibidos. Sin embargo el de su familia, ejecutado el pasado 30 de
junio, ha sido uno de los últimos más mediáticos.
Un fuerte despliegue policial, momentos de tensión, empujones, cámaras
de televisión y una detención. Una vez que los focos se apagaron, ella
ha decidido seguir luchando.
Esta es la segunda vez que inicia durante este mes una huelga de
hambre. "Aguanté la primera semana de julio, lo dejé un sábado a medio
día y un domingo por la noche fui ingresada en urgencias. Ahora lo he
retomado para que el Ayuntamiento me de alguna de las 50.000 viviendas
vacías que hay aquí y que pertenecen a los bancos", explica.
Hace un año en su casa las cuentas dejaron de cuadrar. Su marido se
quedó en el paro, ella es ama de casa y comenzaron a ingresar únicamente
un subsidio de 426 euros. "Dejamos de pagar los 520 euros de alquiler
porque no teníamos dinero". Convive junto a su pareja y a sus tres hijos
menores de edad, uno de ellos tiene un 43% de discapacidad a causa de
una microcefalia. En total tiene siete vástagos, cuatro de ellos
independizados y mayores de 18 años.
Actualmente, ellos residen en la habitación que les ha prestado una amiga. "De vez en cuando vienen a verme", añade. Ella es el único miembro de su familia que pasa el día en el pequeño campamento que ha montando junto a sus compañeros de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH) de Alcorcón.
Allí, Maximina pasa a ser Maxi. Nunca está sola, cada hora acuden
vecinos y se turnan para hacerle compañía. Su teléfono no para de sonar y
asegura que le visitan personas procedentes de otros municipios. "Viene
mucha gente a decirme que en el Ensanche Sur de la Comunidad de Madrid
hay viviendas libres", asegura.
La concejala de Asuntos Sociales de esta localidad de 167.000
habitantes del cinturón sur de Madrid, Susana Mozo, explica a
eldiario.es que el Gobierno municipal no tiene viviendas de alquiler soci al. "Las trabajadores sociales llevan años atendiendo a la familia. Le
propusimos darle una ayuda para pagar el primer mes de alquiler. Y se
le gestionó una cita para que pueda solicitar una vivienda en el Instituto de la Vivienda de Madrid (IVIMA)
, no tenemos constancia de que haya gestionado esta solicitud", añade
el cargo público, "si no lo ha hecho, puede ser que haya otro tipo de
motivación para estar en la puerta del Ayuntamiento".
Por su parte, Maximina indica que abandonó la primera huelga de hambre
cuando le comunicaron que podía pedir un alquiler social al IVIMA.
"Acudí allí y solicité los papeles. Me dijeron que no era como me habían
explicado en el Ayuntamiento, que seguía sancionada porque en el 2007
abandoné uno de sus pisos públicos por impago y tengo que esperar cinco
años más", apunta la afectada. Esta redacción se ha puesto en contacto
con el Ifnstituto de Vivienda pública para aclarar esta información sin
obtener respuesta.
"Pedimos que se cumpla la
Constitución, el derecho al techo. El Ayuntamiento, gobernado por el PP
sin mayoría absoluta se niega en rotundo a adquirir algunas de las
viviendas vacías que tienen los bancos aquí. Tiene una actitud
antisocial", incide Manuel San Pastor, letrado de la plataforma.
Maximina ha pasado estos 12 días junto a los activistas de la PAH . Ellos han ido documentando en las redes sociales el transcurso de su huelga de hambre. Con ellos se sincera y les reconoce que el cansancio va haciendo mella. La falta de alimentos y el calor le crean problemas a la hora de caminar.
"El miércoles pasado por la mañana fui atendida por el Samur, me subió
la tensión a 16,5. Los médicos me dijeron que con ese resultado tenía
que ir al hospital. Les dije que no, que no me movía de la plaza del
Ayuntamiento porque este señor (señalando al despacho del alcalde David
Pérez) se iba a reír de mi. Al final me atendieron aquí y me
estabilizaron la tensión", apunta.
"Me alimentan las sonrisas de mis hijos pero sin un hogar paso hambre". Ese es el lema escrito en la
pancarta más grande que recibe a los visitantes de Maximina. Asegura
que ellos son la motivación que le anima a seguir adelante: "Hago huelga
de hambre porque quiero que tengan un techo. No lo hago por mi, ni por
mi marido. Si estuviésemos solos nos acurrucábamos debajo de un puente".
Si la salud se lo permite, no entra en sus planes abandonar esta
protesta. "Sin una alternativa habitacional, no me voy de aquí. Si me
tengo que tirar aquí el mes de agosto, aunque los del Ayuntamiento se
vayan de vacaciones, aquí voy a estar", finaliza.
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