... con los que protestan, jarabe de palo salvaje para las que se rebelan.
Sucedió la semana pasada.
Aquí, en Alcorcón, tras una concentración pacífica
Solo queda la indignación, la denuncia, seguir trabajando para cambiar las cosas.
Cosas como éstas.
NOTA DE PRENSA
Tras diez años de okupación, el pasado día 8 de abril se llevó
a cabo el desalojo de la Eskuela Taller de Alcorcón. Meses previos al
desalojo empezaron los movimientos sucios del actual gobierno de David
Pérez.
El
comienzo del acoso empezó con identificaciones, con el fin de imputar a
las personas que hacían uso del espacio en un proceso abierto, tras una
denuncia de la compañía eléctrica, que se archivó por falta de pruebas.
Más
tarde tras muchas identificaciones aleatorias, llegaron varias cartas
acusando de usurpación a ciertas personas. Lo curioso es, que denunciaba
el propietario pero sin acusación particular porque no se presentó ni
él ni su abogado. Luego
llegó un informe del jefe de bomberos diciendo que estaba en ruinas el
espacio, un informe de un arquitecto desmontó más tarde esa teoría.
Tras
estas intentonas fallidas decidieron tomar el camino del medio y una
mañana de madrugada, agentes municipales con pasamontañas, escudos,
cascos y hasta una radial a gasolina sacaron bruscamente a las personas
que permanecían dentro. Tras registrar a las personas y grabar de arriba
abajo el espacio y no encontrar nada, les dieron unas cartas para ir a
declarar al juzgado.
El
siguiente paso judicial declarará el desalojo cautelar, y después de
días de permanencia, llega el día tan esperado por David Pérez. El día 8
de Abril de madrugada, entre un despliegue policial sin precedentes,
comienza el desalojo del centro social. El desenlace 4 detenidos/as y un
alcalde mofándose por twitter y presumiendo de haber acabado con 10
años de suplicio de los vecinos.
La
Eskuela Taller no ha sido denunciada nunca por los vecinos, entre otras
cosas porque las personas que lo han gestionado han sabido cuidar la
convivencia.
Tras
el desalojo, por la tarde, se convoca una concentración en la plaza del
ayuntamiento. La UIP tiene tomada la plaza y no deja entrar ni salir a
nadie, personas mayores y niños se hayan en el interior en un ambiente
tenso, los ancianos increpan a los antidisturbios por la situación
creada.
Más
tarde un grupo de personas se van del lugar y son perseguidos por las
furgonetas de los antidisturbios por el centro de Alcorcón.
Sin que haya ni un solo altercado varios de los UIP se bajan de los
vehículos y rodean a éstas personas y proceden a cargar con saña y una
violencia desmesurada.
Hubo 4 detenidos/as y más de diez heridos/as que tuvieron que ser
trasladados al hospital para recibir asistencia médica. Tras este
episodio, el lunes 14, varios/as de los/agredidos/as realizaron una
rueda de prensa conjunta con personas que participaban en las
actividades de la Eskuela Taller.
En
dicha rueda, empezaron contando la trayectoria de la Eskuela y todo el
proceso de desalojo. Después, las personas agredidas por la UIP,
hicieron un relato bastante sobrecogedor, de las agresiones a las que
fueron sometidos/as. En la mesa de la rueda de prensa se podían ver las
fotografías de los daños ocasionados por las agresiones a estas
personas; rotura y fracturas, cejas partidas, muñecas rotas, grapas en
la cabeza, derrames, moratones y bultos por todo el cuerpo.
Comenta
una de las agredidas que mientras golpeaban a las personas gritaban con
un visible odio, profiriendo insultos y diciendo de literal “esto no es nada, dentro de las furgonetas os vamos a matar” o “Antes que haya un policía muerto morís uno de vosotros”.
A
una chica la golpearon sin parar en la puerta de un bar, hasta que los
clientes que también fueron aporreados la consiguieron meter dentro
para salvarla de la brutal paliza que estaba recibiendo. A otro le
dieron con la culata de la bocacha en todo el ojo, fue posteriormente
pateado y su compañera, allí presente, se echó encima para que no le
golpearan más y la partieron la muñeca a golpes. A otro de los ponentes
de la rueda le rompieron el brazo y le golpearon repetidas veces la
cabeza contra la furgoneta.
Un ensañamiento sin precedentes y sin justificación alguna, no hubo ningún destrozo, ni un policía herido ni golpeado. Las personas agredidas comentan, que son de las primeras víctimas
de agresiones por parte de la UIP tras el 22M, y que este episodio
demuestra el cambio de estrategia orquestado por el Ministerio del
Interior y la Delegada del Gobierno Cristina Cifuentes.
La
dureza con la que se emplearon y los comentarios vertidos mientras
pegaban a los/as agredidos, deja ver claramente las ganas de venganza de
la UIP y la campaña de la señora Cifuentes con ese discurso de “Querían cargarse a un policía” palabras que lleva repitiendo en todos los foros y medios desde el 22M.
Desde
que se intensificaron las movilizaciones desde el comienzo de la
“crisis”, la imagen de la policía antidisturbios se ha ido deteriorando
día tras día, son muchas ya las victimas de sus agresiones y la opinión pública está
condenando cada vez más esta situación. La criminalización de las
personas que se manifiestan o luchan por sus derechos cada vez es mayor y
la gente cada vez se cree menos sus mentiras.
El
gobierno, para poder seguir reprimiendo, necesita cambiar esta imagen
con operativos como los del 22M, buscando en la sociedad que se hagan
mártires a los antidisturbios. Esta situación cala en las brigadas de
UIP que lejos de buscar culpables, por la exposición del operativo del
22M en los escalafones superiores, opta por emplearse con más dureza con
el beneplácito del gobierno.
BASTA DE IMPUNIDAD, NO MAS AGRESIONES, NO TENEMOS MIEDO.
COMUNICADO SOBRE EL DESALOJO DEL CSO ESKUELA TALLER Y LA REPRESIÓN POLÍTICA Y POLICIAL QUE ESTAMOS SUFRIENDO EN ALKORKÓN
La
represión y el acoso que ha desembocado en el desalojo del Centro
Social Okupado Eskuela Taller empezó hace más de un año, cuando la
policía alentada por el ayuntamiento empezó con las identificaciones
aleatorias a las personas en las cercanías del centro social, cortes de
luz, cacheos e intimidaciones.
Hace
un mes y medio, el 21 de febrero, dieron un paso adelante en su
represión y efectuaron (con orden judicial) un “asalto” al centro social
en medio de la noche, sobre las 6 a.m para estar lejos de “miradas” o
“espectadores” no desead@s, cerca de 100 policías entraron
violentamente, con radiales, rompiendo puertas y ventanas de la eskuela
taller para identificar a las personas que estaban dentro. Entre
amenazas e insultos y con un tono agresivo e intimidatorio sacaron del
centro social e identificaron a l@s que esa noche estaban allí. Fue
claramente un “simulacro” de desalojo, aunque todavía no tenían orden
para efectuarlo.
El
desalojo se produjo el 8 de abril, sobre las 5 a.m. Volvieron a
irrumpir de madrugada en el cso para, esta vez sí, desalojarlo. Más de
100 policías entre nacionales, municipales, U.I.P y policías judiciales
“tomaron” el barrio y, entre insultos, amenazas y violencia, incluso
llegaron a lanzar pelotas de goma en el interior, desalojaron a las
personas que estaban dentro de la eskuela taller y se l@s llevaron
detenid@s. Las personas solidarias que intentaron dar muestras de apoyo
en el exterior fueron aisladas, dispersadas e identificadas en la calle
por la U.I.P.
Estas personas alrededor de las 10 de la mañana se concentraron en el CUS, exigiendo la puesta en libertad de l@s detenid@s.
Algun@s
compañer@s bajaron al centro social previo permiso conseguido por el
abogado de la Eskuela Taller para sacar algunas cosas y enseres del
interior del mismo. Pese a existir ese permiso, la policía allí presente
en todo momento se comportaron como verdader@s energúmen@s, provocando,
insultando y amenazando a l@s jóvenes mientras sacaban las cosas.
Aproximadamente a las 13,30h liberaron a nuestr@s compañer@s con cargos de resistencia y desobediencia.
En
esos momentos y de manera simultánea se empieza a mover en las redes
sociales una concentración para esa misma tarde en la plaza del
ayuntamiento a las 20h. Dicha concentración fue censurada y
criminalizada desde el primer momento por el alcalde, que, con su
prepotencia y “ego” personal,
llegó a declarar que iba a impedir esa concentración de apoyo a la
Eskuela Taller de por la tarde de cualquier manera posible y con todos
los medios disponibles a su alcance. Y lo consiguió. De una manera
violenta, desproporcionada y digna de “épocas” pasadas, el barrio fue
tomado por un ejército de policías (helicóptero policial incluido)
dispuestos a impedir de cualquier manera posible la concentración de
apoyo. “Carta blanca” y apoyo incondicional de este alcalde a que la
policía reprimiera con dureza y saña a l@s jóvenes y vecin@s que solo
querían mostrar su apoyo al CSO Eskuela Taller.
Alrededor
de las 20h, cuando la gente intentó acceder a la plaza del ayuntamiento
para apoyar dicha concentración, vieron como les impedían el paso un
desmesurado y desproporcionado grupo de policía antidisturbios, que a su
vez, mantenía aislado a otro grupo de personas que había conseguido
acceder a la plaza. Identificando a la gente y mediante amenazas,
insultos y empujones fueron “dispersando” a las más de 300 personas que
se intentaban concentrar. Un grupo de gente se mantuvo unido e intentó
llegar al centro cívico para hacer visible la protesta. En ese momento,
empezaron las primeras cargas. Los antidisturbios tenían “sed de sangre”
y lo pudimos comprobar momentos después. La policía dispersó al grupo
de personas hacia la Avenida Polvoranca y, antes de llegar a la misma,
en la Calle Santo Domingo empezaron con su brutalidad y abuso
desproporcionado de la fuerza. Una vez más golpearon brutalmente a toda
la que pudieron, ensañándose especialmente con 6 compañer@s, 4 de l@s
cuales aparte de apalead@s fueron detenid@s.
La
rabia y el sadismo con el que actuaron “los defensores de la ley y el
orden” y lo desproporcionada y brutal que fue la situación hizo que
much@s vecin@s del barrio se asustaran y obsevaran estupefact@s lo que
allí estaba pasando. Incluso algún@s vecin@s de un bar que presenciaron
todo reaccionaron ayudando a una joven que recibió una brutal paliza y
que se refugió en dicho bar. L@s clientes impidieron el paso de los
antidisturbios, los cuales les amenazaron e incluso llegaron a
“forcejear” y dar algún porrazo a algún vecino intentando entrar al bar
para detener a la joven. No tenían bastante con abrirle (literalmente)
la cabeza a porrazos y molerla a palos que encima querían llevársela
detenida. Esta persona permaneció toda la noche en observación en el
hospital de Alcorcón debido a las fuertes contusiones que tenía en la
cabeza. Añadir, que fue un vecino el que la llevó al hospital, ya que la
policía al no poder detener a la joven, impidió el acceso de la
ambulancia a la que se llamó para atenderla.
La
detención del resto fue de la misma manera violenta. Pisotones en la
cabeza entre amenazas e insultos. Compañer@s con la cabeza abierta,
cejas rotas, ojos reventados, brazos y muñecas rotas, labios partidos y
golpes y contusiones por todo el cuerpo. Aparte de detenidas, cabe decir
que la actuación policial fue totalmente fuera de lugar, no habiendo
ninguna provocación previa por parte de las personas que no llegaron a
concentrarse, ni existir ningún destrozo en el mobiliario urbano y ni un
solo parte médico por policías heridos.
Al
día siguiente, el miércoles 9, la gente se concentró en el CUS desde
por la mañana, exigiendo la puesta en libertad sin cargos de las
personas detenidas, trasladándose posteriormente esa concentración a los
juzgados donde fueron liberadas a partir de las 14,30h, todas ellas con cargos de “atentado y resistencia”.
La
estrategia política de este alcalde de Alcorcón que pretende mediante
la represión brutal a las personas que luchan acabar con toda protesta
ciudadana, forma parte de la misma criminalización que sufrimos a diario
por los medios de comunicación y los políticos que los mandan. La
represión en Alcorcón continúa a día de hoy con identificaciones
constantes de la policía a las personas que pasean por los alrededores
de la Eskuela Taller, llamadas por teléfono y visitas a domicilios de
familiares de vecin@s por parte de la policía. Acoso, amenazas e
intimidación son sus armas para mantenernos calladas.
No
daremos ni un paso atrás frente a la represión y la criminalización de
las personas que tienen conciencia y luchan por conseguir un mundo más
justo.
¡¡UN DESALOJO, OTRA OKUPACIÓN!!
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