martes

4-M: matemáticas envenenadas para Ayuso", por Gerardo Tecé

 4-M: matemáticas envenenadas para Ayuso

 La candidata del PP se ha enredado en una trampa. Anticipó elecciones para matar a Ciudadanos y ahora depende de que los naranjas se mantengan con vida para asegurar la Comunidad

Gerardo Tecé 5/04/2021

<p>Isabel Díaz Ayuso con Pablo Casado en el acto de presentación de la lista del PP a las elecciones del 4 de mayo.</p>

Isabel Díaz Ayuso con Pablo Casado en el acto de presentación de la lista del PP a las elecciones del 4 de mayo.

@ppmadrid

 

Un mes para las elecciones en Madrid y decenas de encuestas especulan qué pasará el próximo martes 4 de mayo, incluida la del CIS, único gran sondeo publicado hasta el momento que augura una posible victoria del bloque de izquierdas. ¿Qué dicen las cifras? Dos claves y un análisis estadístico basado en el mapa electoral madrileño en los últimos años.

Primera clave. En Madrid se vota a dos velocidades y no me refiero a la brecha norte sur –que también– sino en función de si la convocatoria electoral es general o autonómica. En las citas generales celebradas desde 2011 hasta hoy, los madrileños que optan por opciones de derechas rondan los 2 millones. Mientras, la izquierda sufre para superar la barrera de los 1,6 millones de votos. En las autonómicas la cosa cambia. Tumbando el mito de la movilización permanente del votante de derechas, los datos de las autonómicas madrileñas desde la aparición de Podemos –y luego Más Madrid– muestran que es el votante de izquierdas el que mantiene la tensión electoral superando los 1,5 millones de votos independientemente del tipo de convocatoria electoral. Mientras, la derecha, tal vez por el descreimiento de la cosa autonómica, sufre sistemáticamente una fuga de votos abandonando el entorno de los 2 millones que logra en las generales para situarse en cifras escasamente superiores a las de la izquierda (menos de 100 mil votos de ventaja en las dos últimas autonómicas). Si Ayuso no quiere pasar una mala noche el próximo 4-M, su única tarea es lograr que la derecha vaya a las urnas en clave nacional. Lo sabe bien. A falta de un mes para la cita, la presidenta madrileña ya ha puesto en la agenda de los problemas de la Comunidad de Madrid un clásico: el acercamiento de presos de ETA a cárceles de Euskadi.

En las autonómicas, la derecha sufre sistemáticamente una fuga de votos. La única tarea de Ayuso es lograr que la derecha vaya a las urnas en clave nacional

Segunda clave. El actual mapa político, polarizado y con tres opciones en cada orilla política, se sintetiza sobre el papel en la siguiente imagen: dos circuitos de voto cerrados en los que no se produce pérdida de escaños por mucho trasvase interno que se produzca entre opciones de la misma orilla. Si el PSOE de Gabilondo perdiese músculo electoral y de esto se aprovechasen Podemos y Más Madrid, las opciones de la izquierda seguirían siendo las mismas en un escenario de pactos. Si Ayuso consiguiera robarle a Vox cientos de miles de votos, las cuentas de la derecha tampoco cambiarían. Pero la derecha tiene un problema. Su circuito, al contrario que el de la izquierda, no es un circuito cerrado: tiene una fuga de energía que se llama Ciudadanos. El partido naranja será la clave de estas elecciones. Si no supera el 5% de votos, si queda fuera del reparto de escaños, las cuentas de la derecha se complicarán tanto como restarle a su ligera ventaja autonómica los votos que han ido a Ciudadanos. Si Ciudadanos consigue llegar al 5%, los datos dicen que la izquierda no tiene opciones.

Estimación de voto en las elecciones del 4-M / CIS

Tomemos los datos históricos electorales de Madrid y, con las claves anteriores, juguemos a especular dando como válidas las encuestas que colocan al PP de Ayuso en los mejores escenarios posibles para lograr una victoria. Imaginemos que Ayuso consigue que el votante de derechas se movilice en clave nacional, rompiendo esa tendencia a la abstención de derechas en las autonómicas. Imaginemos que Ayuso no parte de los 715 mil votos que logró en las autonómicas de 2019, sino de los 887 mil conseguidos por el PP en las generales. Supongamos que la derecha parte de los 887 mil votos conseguidos por el PP, de los 653 mil de Vox y de los 323 mil de Cs en las elecciones generales celebradas hace año y medio. Imaginemos que la presidenta de la Comunidad Autonómica más dañada por el virus y con la gestión más discutida no sufre ningún tipo de desgaste y sí muchísimo premio por su gestión. Tanto que, partiendo de esa cifra, imaginemos que Ayuso multiplica votantes del PP. Imaginemos que suma 150 mil apoyos que huyen de Ciudadanos y que la mitad de los 653 mil votos de Vox en las últimas generales se pasan al PP. Imaginemos que Ayuso pulveriza así las urnas pasando de los 715.000 votos logrados en las últimas autonómicas doblándolos hasta las 1.375.000 papeletas. Imaginemos que, a pesar de la gran victoria de Ayuso, Vox mantiene muy bien el tipo y obtiene 325 mil votos, mejorando así el resultado que logró en las autonómicas de 2019.

Reparto actual de escaños en la Asamblea de Madrid / Phalbertt

¿Y la izquierda qué? Pues sigamos imaginando en clave óptima para Ayuso. Imaginemos que la izquierda, al contrario que la derecha, no se logra movilizar a nivel elecciones generales para echar a la actual presidenta, sino que mantiene el perfil habitual en las dos últimas autonómicas. Incluso imaginemos que la izquierda empeora levemente sus resultados de 2019 y 2015 y que el desaparecido Ángel Gabilondo es castigado perdiendo un 10% de los votos logrados en las últimas autonómicas. Imaginemos que no existe el efecto Pablo Iglesias, ni premio a la oposición de Mónica García. Imaginemos un escenario en el que, entre PSOE, Más Madrid y Podemos sólo se produce trasvase interno, pero que no hay recogida de voto de castigo contra Ayuso. Imaginemos que la izquierda no consigue ir más allá del tradicional millón y medio de votos este 4-M.

Con este escenario óptimo para la pretendida coalición PP-Vox, la victoria la lograrían con 72 de los 69 escaños necesarios para la mayoría absoluta

Imaginemos este escenario, más que soñado para Ayuso. Un escenario en el que el PP no sufre ningún desgaste y sí muchísimo premio por su gestión. Un escenario también bueno para Vox que, aun perdiendo votos con respecto a las generales, todos en favor de Ayuso, mejoraría el resultado de las últimas autonómicas. Un escenario previsible en el que, como indican las encuestas, Ciudadanos no logra llegar al 5%. En este caso, con estas cifras y este escenario óptimo para la pretendida coalición PP (58)-Vox (14), la victoria la lograrían con 72 de los 69 escaños necesarios para la mayoría absoluta. No es que haya partido. Es mucho más que eso.

Si Cs no logra el 5%, las matemáticas llegan más que ajustadas al 4-M. A poco que la izquierda rompa la barrera del millón y medio de votos, a poco que aparezca cierto voto de castigo contra Ayuso, a poco que el sur de Madrid aumente en un 2% la participación, a poco que la situación de pandemia distorsione ese idílico paseo electoral del PP, el giro electoral, como avanza el CIS, sería un hecho. Díaz Ayuso se ha enredado en una trampa matemática: anticipó elecciones para matar a Ciudadanos y ahora depende de que se mantenga con vida para asegurar la Presidencia de la Comunidad tras el 4-M.

 

jueves

La industria farmacéutica, las patentes y las vacunas

 La industria farmacéutica, las patentes y las vacunas

martes

La Comuna de París, 150 aniversario: La economía

 

La Comuna de París, 150 aniversario: La economía

lunes

Las empresas no pueden sancionar a los trabajadores que falten a su puesto de trabajo por la borrasca, en eldiario.es

 

Las empresas no pueden sancionar a los trabajadores que falten a su puesto de trabajo por la borrasca

 

Las empresas no pueden sancionar a los trabajadores que falten a su puesto de trabajo por inclemencias meteorológicas como la borrasca Filomena, pues se trata de una causa de fuerza mayor recogida en el artículo 47 del Estatuto de los Trabajadores, según informa Europa Press.

En concreto, dicho artículo establece que el contrato de trabajo puede suspenderse puntualmente por causas graves y justificables como el riesgo extremo en carretera por la aparición de placas de hielo o la imposibilidad de acudir por el cierre de las vías a causa de las nevadas, ha explicado CCOO-Madrid en su cuenta de Twitter.

 

Ahora bien, el Estatuto de los Trabajadores no especifica la forma en la que debe compensarse esta ausencia, por lo que ésta puede conllevar la retirada de sueldo correspondiente a ese día; la recuperación de las horas no trabajadas en otra jornada y fuera de horario, o la realización del trabajo desde el domicilio.

Eso sí, el sindicato avisa de que en ningún caso este día de ausencia puede compensarse con uno de vacaciones, ya que no es lícito cambiar un día de descanso, correspondiente a las vacaciones anuales recogidas en la legislación laboral, por una jornada que no se dedique a ello.

En algunos convenios colectivos existe una bolsa de horas o días de libre disposición para temas personas que sí pueden ser utilizados en estos casos para evitar tener que recuperar las horas perdidas.

CCOO señala que si la empresa lo exige, el trabajador debe justificar su ausencia. "Normalmente se trata de situaciones que son públicas y notorias, que se recogen en la prensa o que pueden comprobarse fácilmente acudiendo a la Agencia Estatal de Meteorología", apunta Eva Urbano, abogada de CCOO-Madrid en la web del sindicato.

Dicho justificante puede ser solicitado ante la administración pública correspondiente, ya sea el ayuntamiento del municipio en el que se hayan cerrado las carreteras, o a la comunidad autónoma que las gestione.

En el caso de cierre de colegios, el sindicato subraya que si los padres no tienen a nadie que pueda cuidar de sus hijos y se ven obligados a quedarse en casa para hacerlo, deberán demostrar a la empresa que el colegio ha cerrado si ésta lo solicita.

Urbano señala que, aunque este caso no está contemplado legalmente, no puede sancionarse porque no puede interpretarse como un incumplimiento de las obligaciones laborales.

viernes

Publicada la mayor encuesta sobre la monarquía en el mandato de Felipe VI

 Un 40,9% de la población votaría por la República y un 34,9% a favor de la monarquía en caso de referéndum

Las personas indecisas serían clave en una hipotética consulta. La población cree que, si se preguntase, la monarquía sería la opción más votada. El Salto y 15 medios de la Plataforma de Medios Independientes publican la mayor encuesta sobre la monarquía realizada en el mandato de Felipe VI.

 

Toda la información aquí

 

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lunes

La revolución de las basuras en Alcorcón: de estar al borde de la privatización a ser ejemplo de gestión pública, en eldiario.es

La revolución de las basuras en Alcorcón: de estar al borde de la privatización a ser ejemplo de gestión pública

Alcorcón asomó en los medios de comunicación hace un par de años por un problema de residuos: los colchones se acumulaban por todo el municipio, de 170.000 habitantes. Junto a los contenedores, en las aceras o en los puntos limpios, donde formaban montañas. La situación era tan estrafalaria que el alcalde de entonces, David Pérez García (PP) llegó a especular con una conspiración izquierdista para sembrar el municipio de somieres y así restarle apoyos. En la ciudad operaba entonces una empresa pública de basuras disminuida, con el personal desmoralizado y con un funcionamiento anquilosado. Terreno abonado para el discurso privatizador de los últimos 30 años. 

 

 

La situación llevaba tiempo enquistada. Fundada en los 90, la Empresa de Servicios Municipales de Alcorcón (Esmasa) ya había lidiado durante el mandato de los populares con un intento de privatización de la recogida de vidrio que originó una dura huelga. Era 2014 y en el comité de empresa había asomado Jesús Santos, un treintañero peleón que llevaba más de una década en la compañía y que había hecho ruido tras salir elegido en el comité por la CGT, rompiendo el duopolio de UGT y CC OO. Seis años después, Santos es teniente de alcalde por Ganar Alcorcón, en coalición con el PSOE, y presidente de Esmasa. También es coordinador de Podemos en la comunidad de Madrid. Pero sigue siendo basurero, y a ello dedica el grueso de su tiempo. 

Puede haber un deje de ironía en que un hombre salido del movimiento okupa y el anarcosindicalismo acabe encarnando uno de los relatos míticos del capitalismo industrial, ese que dice que se puede empezar de aprendiz y acabar de consejero delegado. Con obvios matices (Esmasa es una empresa pública y al presidente lo nombra el Ayuntamiento) el caso es que Santos antes iba en el camión de recogida y hoy es el patrón. Como tal, llega un jueves por la mañana a la sede de la empresa. Saluda a los empleados por el nombre y sube a la estrecha sala de reuniones para abordar una de las nuevas iniciativas de la compañía, un plan de choque para limpiar los barrios uno a uno. “Esto estaba manga por hombro. Había toneladas de basura, para mí era una obsesión”, recuerda.



De los dos puntos limpios de Esmasa, el que está al lado de la sede separa ahora los residuos tecnológicos y ha establecido un mecanismo de trueque, de manera que si alguien deja una nevera antigua que todavía funciona, otro vecino la puede recuperar. El jueves por la mañana el trabajador de turno se llama Marcos. “Aquí no había organización. Simplemente, pasaban”, recuerda sobre la etapa anterior.

En cualquier empresa es complicado encontrarse al jefe por las instalaciones acompañado a un visitante y echarle en cara todo lo que está mal, pero en el taller, uno al que conocen por el apellido, Carrillo, habla con lo que parece genuino orgullo: “Hay que levantar esto para arriba como sea, y lo estamos haciendo”. El taller de Esmasa también estuvo cerca de ser privatizado, pero aguantó. Hoy se encarga del 90% de las reparaciones, todas a cargo del personal de la casa. Para el resto, se licitó un contrato en el que se favorecía que las empresas fuesen de cerca de Alcorcón. Santos asegura que el dueño de un taller fue a darle un abrazo cuando leyó el pliego de condiciones. Era la primera vez que una empresa pequeña podía meter una cuña en un contrato de ese tipo. Santos dice que el ahorro es de 250.000 euros.

Los conductores de los camiones de basura de Alcorcón llevan ahora unos teléfonos nuevos vinculados a una red interna en la que van actualizando la recogida conforme la realizan, lo que permite adaptar las rutas de recogida. “Esto es gestión del conocimiento”, presume Santiago Anes, funcionario y director general de servicios, fichado del Ayuntamiento de Rivas-Vaciamadrid. “El único nuevo soy yo”, bromea. El siguiente paso es que la información se actualice automáticamente, tarea para la cual la ciudad ha logrado una subvención europea tramitada por el Centro para el Desarrollo Tecnológico e Industrial (CDTI), dependiente del Ministerio de Ciencia e Innovación.

 

El cambio no fue coser y cantar. En la plantilla hubo resistencias y algún despido. "Una cosa es creer en lo público, otra no querer ser eficiente. En el descontrol, hay una pequeña parte de la gente que vive muy bien”, reconoce Santos, que dice, no obstante, que la litigiosidad se ha reducido de más de 100 pleitos al año a siete u ocho. En la reunión de la mañana, una capataza evoca la caótica gestión de las bajas de la etapa anterior.

El plan del choque del jueves pone el foco en una zona del Ensanche. Amplias avenidas, bloques de edificios y espacios verdes, en una estampa similar a otras ciudades del sur de Madrid de rápido crecimiento. Por las calles hay más personal de limpieza que vecinos. Está la flamante máquina barredora eléctrica, están los sopladores de hojas, los desbrozadores, los limpiadores de grafitis. Por la cera solo se ve una pareja de mediana edad, Gregorio e Isabel. “Ahora hay que llevar gafas de sol, porque las aceras centellean”, se carcajea él. Más seria, Isabel rememora: “Era terrible, se tiraban los colchones apilados hasta 15 o 20 días. Aunque llamases”. “Había alcantarillas sin tapa, y con la hierba tan alta era un peligro”, apostilla Gregorio. La semana que viene, las cuadrillas irán a otro de los puntos marcados con chincheta roja en el mapa de la sede. A fecha de hoy, la comunicación de incidencias bajó un 80 por ciento, calcula la dirección. 

 

 

 

 

El éxito aparente de la renovada Esmasa quiere aprovecharlo Santos para influir en el debate sobre la gestión de residuos de la comunidad. Entre el modelo de soterramiento y vertederos y el de reducción y revalorización de residuos, auspiciado por la UE, se entremezclan intereses empresariales y políticos. Alcorcón forma parte de la Mancomunidad del Sur, que incluye a 71 municipios. Tras las elecciones de 2009, la presidencia pasó a ocuparla Sara Hernández, la alcaldesa socialista de Getafe. Santos es vicepresidente. La nueva administración heredó un proyecto de ampliación del vertedero de Pinto por casi 60 millones de euros. “Si dedicásemos ese dinero a investigar en vez de a enterrar…”, lamenta el vicealcalde. En Alcorcón, de momento, apuesta por el compostaje, y a finales de julio firmaron un acuerdo con la Universidad Politécnica para un proyecto inicial en que se empleará la materia orgánica suministrada por el mercadillo municipal y los comedores escolares.

El cambio de tornas de Alcorcón ha llamado igualmente la atención de las grandes empresas del sector, como FCC, Urbaser u OHL, adjudicatarias del servicio en localidades de todo el país. “Hicimos un concurso pequeño para elaborar un mapa de las papeleras de la ciudad. En seguida llamaron de una de las grandes compañías para preguntarme, muy amablemente, en qué consistía”, cuenta Santos, que augura que la atención empresarial a este rival público irá en aumento. Mientras tanto, disfruta de la renovada sintonía con los vecinos. Durante los meses del confinamiento agradecieron la implicación de los trabajadores de recogida. “Nos mandaban hamburguesas, flores, tarjetas de felicitación”, asegura. Rosi, una empleada con 30 años de experiencia en la empresa, concluye, manguera en mano sobre una acera: “El cambio ha sido brutal”.

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jueves

La fortuna personal de Juan Carlos I: un patrimonio opaco y de origen incierto en el centro de la polémica, en eldiario.es



La Casa Real anunció este lunes que quien fuera jefe del Estado durante casi cuatro décadas se marchaba del país "ante la repercusión pública que están generando ciertos acontecimientos pasados" de su "vida privada". Lo que la Zarzuela intenta hacer pasar por una cuestión de carácter personal es en realidad una polémica de altura sobre el origen de parte de su fortuna, incluidas las sospechas de que deriva de negocios irregulares y de que utilizó testaferros para esconderla en el extranjero.

 Juan Carlos I en una imagen de archivo. Angelo Carconi / AP - Gtres

Sin embargo, a cuánto asciende la fortuna personal del rey emérito es un misterio. Desde su llegada al trono y hasta el pasado marzo, cuando su hijo le retiró la asignación en medio de la polémica por sus oscuros negocios, ha venido recibiendo un sueldo con cargo a los Presupuestos Generales del Estado. En 2018 ese montante fue de 194.232 euros. Sólo desde 2015, tras el estallido del 'caso Urdangarin, la Zarzuela ofrece con restricciones información sobre los regalos institucionales —no los personales— que reciben los miembros de la familia real. Pero el patrimonio del actual rey y de su predecesor sigue siendo secreto. 

La última cantidad atribuida a Juan Carlos I se eleva a 2.300 millones de millones de dólares —casi 2.000 millones de euros— según una estimación realizada en 2012 por The New York Times. El diario llegó a esa cantidad tras hacer "un promedio de cifras ya publicadas", según contó El Confidencial. En ese artículo, el diario estadounidense subraya que "sigue siendo un secreto" cómo Juan Carlos de Borbón "ha amasado su considerable riqueza personal". 

En 2002, la ya desaparecida revista Eurobusiness había estimado el patrimonio del emérito en casi 1.700 millones de euros: 545 de fortuna personal y 1.136 de bienes familiares. Según contó El Mundo, el entonces embajador de España en Londres, Santiago de Mora-Figueroa, envió una carta al director de la publicación calificando la cifra de "disparatada". "[La cifra] solo se puede explicar por haber entendido ustedes, erróneamente, que los bienes públicos propiedad del Patrimonio Nacional, del Estado español, son propiedad privada de Su Majestad el Rey, lo cual es evidentemente inexacto", escribió el diplomático.

The New York Times asegura en la citada información de 2012 que los bienes del ahora emérito cuando accedió al trono en 1975 eran "prácticamente" inexistentes. En 2013 trascendió la existencia de una cuenta en Suiza vinculada a la herencia de su padre, que falleció en 1993. Juan de Borbón dejó a sus hijos bienes y fondos por un valor de 6,6 millones de euros, de los que 2,2 habrían correspondido a Juan Carlos I, según publicó en aquel momento El Mundo

Entonces, la Zarzuela aseguró que esa cuenta abierta en el país helvético, territorio considerado refugio de evasores fiscales, se había cancelado en 1995 y que el dinero se había destinado a pagar deudas. La difusión de la existencia de esa cuenta y el patrimonio del padre del emérito destruyó el mito de la pobreza de los Borbones por el exilio de Alfonso XIII, su abuelo, durante la Segunda República. 

Las pesquisas en Suiza

Precisamente una investigación abierta en Suiza sobre el origen de parte de su fortuna es lo que ha acabado poniendo a Juan Carlos I contra las cuerdas. El fiscal Yves Bertossa indaga si los 65 millones que el monarca donó en 2012 a la empresaria Corinna Larsen, con quien mantuvo una relación extramatrimonial, proceden de una comisión ilegal de 100 millones de dólares pagada por el Gobierno de Arabia Saudí en agosto de 2008 por supuestas gestiones para que empresas españolas hicieran las obras del AVE a la Meca.

El origen de esa investigación está en las grabaciones que en julio de 2018 publicaron OkDiario y El Español y en las que Larsen atribuye al monarca el cobro de comisiones y el uso de testaferros. La conversación había tenido lugar en Londres en 2015 con el comisario jubilado José Villarejo, actualmente en prisión provisional por múltiples delitos, y el expresidente de Teléfonica Juan Villalonga. 

Tras la publicación de estos audios hace dos veranos, el fiscal Bertossa inició una investigación y detectó el rastro de la supuesta donación a la empresaria tras unas pesquisas en los despachos de Arturo Fasana, gestor de fondos radicado en Ginebra, y el abogado Dante Canonica. Juan Carlos I había depositado previamente ese dinero en un banco a nombre de una fundación radicada en Panamá y administrada por Fasana y Canonica. Estos dos últimos y Larsen están siendo investigados por "blanqueo agravado" en ese país. Lo que trata de desentrañar Bertossa es la supuesta estructura que presuntamente pusieron en marcha para blanquear dinero de origen ilícito y esconder parte del patrimonio de Juan Carlos I.

Los testimonios incluidos en la investigación suiza publicados por varios medios de comunicación hablan de un monarca retirando cantidades exorbitantes de dinero periódicamente, de su abogado introduciendo maletines por el aeropuerto militar de Torrejón y de Larsen asegurando que el emérito disponía de una máquina de contar el dinero en Zarzuela. 

Se desconoce por el momento si este es el único patrimonio que el padre del actual jefe del Estado guarda en el extranjero. No obstante, el Consejo Federal suizo rechazó la semana pasada bloquear cautelarmente sus fondos mientras se le investiga. El Ejecutivo suizo denegó la petición de Òmnium Cultural, que había reclamado la congelación de los activos.

Hechos tras su abdicación

La inviolabilidad que la Constitución consagra para los jefes del Estado hace que sea imposible perseguir penalmente a Juan Carlos I por los hechos anteriores a su abdicación en 2014. Es decir, en España no se puede investigar si el origen de su fortuna está en negocios irregulares. Pero el monarca sí debe responder por los hechos ocurridos tras su salida del trono aunque solo ante el Supremo, tribunal ante el que está aforado. 

En esa etapa en la que se centra la Fiscalía del Alto Tribunal, que estudia desde el pasado junio si existen indicios suficientes para abrir una causa contra él tras la investigación que se empezó en Suiza. Lo que un grupo de fiscales especializados dirigidos por Juan Ignacio Campos trata de "delimitar o descartar" es si cometió blanqueo de capitales en los movimientos de dinero o delito fiscal al no informar a Hacienda de sus rentas en el extranjero

De ahí la relevancia del documento que la Agencia Tributaria remitió en septiembre de 2018 a la Audiencia Nacional y en el que informaba de que Juan Carlos I nunca había declarado tener cuentas bancarias en el extranjero. El entonces juez del caso Villarejo, Diego García Egea, solicitó a la Agencia Tributaria esa información en el marco de la pieza 5 de la causa, la que investiga unas grabaciones entre el policía encarcelado y Larsen en las que esta atribuye distintos hechos delictivos al rey emérito, entre ellos fraude fiscal. Cuando recibió la contestación, el juez archivó esa pieza por lo que el informe no trascendió. 

La existencia de ese documento quedó revelada en el auto del actual juez del caso Villarejo, Manuel García Castellón, por el que pasado 27 de julio ordenó la reapertura de esa pieza separada, archivada entonces por ausencia de indicios sólidos y porque otros que constaban contra el emérito quedaban sepultados por la inviolabilidad que protege a Juan Carlos I en todo lo anterior a su abdicación en 2014.

CCOO y PCE condenan el acto vandálico contra la placa conmemorativa de los Abogados de Atocha en Alcorcón


ALCORCÓN REPUBLICANO ./.

Este sábado día 4 de julio hemos conocido la noticia de la agresión y rotura de la Placa en Homenaje a los Abogados de Atocha situada en el parque que lleva su nombre en Alcorcón. Desconocemos las motivaciones de quienes han vandalizado y destrozado la placa.   

Pero ya se trate de un acto de incivismo e ignorancia, o de un deliberado intento de humillar la memoria de los Abogados de Atocha, no merecen sino la repulsa y desprecio de la sociedad democrática de Alcorcón. Si hay alguien que pretende atentar contra la memoria democrática de nuestro pueblo va a tener en frente a la sociedad trabajadora y organizada de nuestra ciudad.

Alcorcón es una ciudad con memoria y que sabe lo que son las nubes negras del fascismo, una ciudad que no va a dejar pasar a aquellos que pretenden romper nuestra convivencia con su odio hacia el diferente, porque es una ciudad sana y plural. Una ciudad que precisamente a través de este parque y de esta placa reconoce el papel fundamental que jugaron los Abogados de Atocha y los miles y miles de trabajadores y trabajadoras anónimas que dejaron sus fuerzas e incluso sus vidas por una sociedad más justa.

Desde la Unión Comarcal Oeste de CCOO y el núcleo del Partido Comunista de España de Alcorcón condenamos el destrozo de la placa que se ha producido y exhortamos al Ayuntamiento de nuestra ciudad a su reposición, al que ofrecemos nuestra colaboración.



viernes

"Iniciativas solidarias en tiempos del coronavirus", en Ágora Alcorcón

¡Ágora Alcorcón vuelve a la ciudad!
¡Síguelo y difunde! @agoraalcor



5 de junio de 2020
 
Pancarta pro Sanidad Pública


Noel F.La solidaridad se ha sentido en las calles de Alcorcón desde el inicio de la pandemia. El coronavirus, a pesar de lo que dijeran en la tele, sí entiende de clases sociales. Las diferentes condiciones materiales y económicas provocan que la pandemia afecte y sea vivida de diferentes formas. Muchas vecinas y vecinos de Alcorcón han sido conscientes de ello y no han dudado en poner en marcha iniciativas para apoyar a los más desfavorecidos. 

Este medio ha querido entrevistar a varias personas que pusieron en marcha una de estas iniciativas. Este proyecto ha ido creciendo a lo largo de la pandemia y aglutina ahora a muchas personas con el único objetivo de ayudarse en los tiempos que corren.


¿Quién o quiénes estáis detrás de la creación del grupo?


Es sin lugar a duda una colaboración colectiva. La iniciativa surgió a través de un grupo de WhatsApp de dos personas que nos encontramos en la misma casa. A medida que pasaban los días veíamos cómo iba creciendo el número de personas en el grupo, y en poco tiempo rozábamos las 100 personas, algo inesperado. 


Pasamos la información al grupo barrial de Tiene Sal (una especie de asociación vecinal virtual), a otros colectivos, como pueden ser el Ateneo Popular de Alcorcón o la Red de Solidaridad Popular, y a todos nuestros contactos. También pusimos carteles físicos en los portales que podíamos, y mucha gente que iba entrando en el grupo hizo lo mismo. En poco tiempo la participación sobrepasó lo esperado. Por ello, podemos decir que todo es fruto de iniciativa colectiva y las redes de entidades vecinales ya existentes. En este sentido, hay que destacar la importancia de estas redes vecinales asentadas en nuestro barrio para este tipo de iniciativas. 


¿Cómo se os ocurrió y cuál era su objetivo inicial?


¡No fue idea nuestra realmente, ni mucho menos! Vimos en las redes sociales que en otros barrios se habían formado grupos solidarios y pensamos que podría haber mucha gente interesada en una iniciativa parecida en Alcorcón. La verdad es que al principio no teníamos claro qué función podría tener o cómo sería su desarrollo. Lo lanzamos como algo abierto y con el tiempo se han ido definiendo y consolidando los cimientos del grupo entre el conjunto de personas que formamos parte de él.


¿Esperabais que hubiera tanta gente en él?


No sabíamos qué pensar realmente, pero no, tanta gente no, en ningún momento. Ha sido una sorpresa muy grata la verdad y una suerte poder compartir un espacio así con tanta gente con la única voluntad de ayudar a otras personas. En estos tiempos tan duros, ha sido como encontrar un rayo de luz en medio de la tormenta, muy inspirador. Muestra que, a pesar de las barbaridades que ocurren, hay mucha buena gente cuyos instintos básicos son solidarios. 


¿Cómo está funcionando?


El grupo de WhatsApp sigue siendo la herramienta que más usamos, la mayor parte del trabajo a nivel organizativo y de gestión pasa por esta plataforma.  Hay que reconocer que al principio fue complicado: con tantas personas que no nos conocíamos de nada, añadido a que el único espacio del que disponíamos para organizarnos era aquel grupo de WhatsApp.

Además, tampoco teníamos un siguiente paso pensado de antemano y mucho menos una meta concreta. No sabíamos ni en qué íbamos a poder ser útiles, ni como lo haríamos. Al principio fue un poco caótico. Realmente un reto difícil, ya que no disponemos de referencias o experiencias anteriores, que se parezcan a esta situación tan particular, ni de cómo crear y organizar una respuesta desde las bases solo a través de un medio virtual.  Ver lo que hemos conseguido construir en tan poco tiempo es testimonio de la capacidad colaborativa y organizativa de la gente. 


Ha sido difícil, pero al final lo habéis conseguido ¿Cuéntanos un poco cómo os organizáis?


Sí, es cierto. En unos cuantos días conseguimos llegar a establecer un modo de funcionar colectivamente. Dividimos la ciudad en zonas y cada persona se apuntaba a una, especificando qué servicios quiere ofrecer: hacer compras, sacar mascotas, compañía virtual, ayuda con deberes de jóvenes, etc. Poco a poco nos fueron llegando solicitudes de ayuda y mandábamos a las personas más cercanas para cubrirlas.


Por ejemplo, tres centros de salud nos mandaban todos los días recados para pacientes que no pueden salir de casa.  También muchas otras personas se ponen en contacto con nosotros (a raíz de vernos en redes sociales, páginas webs, carteles físicos en portales, centros médicos o farmacias, etc.), para pedirnos ayuda de distinta índole: los listados de establecimientos que hacen repartos a domicilio, información y consejos de abogados sobre todos los cambios legislativos y derechos a los que se pueden acceder dependiendo de cómo te haya afectado a nivel económico el COVID-19 o cómo tramitar los papeles. También ponemos en contacto a otros colectivos o individuos que tienen algo que ofrecer en forma de ayuda, pero no entra dentro de lo que hacemos en el grupo hasta ahora: por ejemplo, entre personas que están haciendo mascarillas tanto con impresoras 3D como con otros materiales.


Es un verdadero placer ser puente entre distintas personas impulsando tantas iniciativas en distintos ámbitos, haciendo evidente la existencia de una gran solidaridad latente en nuestra sociedad y permitiéndonos ser testigo de cómo florece. 


De hecho, han surgido diferentes iniciativas en Alcorcón como bancos de alimentos, que vosotras mismas habéis apoyado y difundido.


Sí, efectivamente. Muchas de las personas que contactaron con nosotras era para pedir ayuda de una necesidad tan básica como la alimentación. Surgieron varias iniciativas como la promovida por el colectivo Barrio por Barrio o la Despensa Solidaria de Alcorcón, que todas las semanas recoge y reparte alimentos en el Ateneo Popular de Alcorcón.


Por desgracia, es una necesidad básica, que a muchas familias cuesta gran esfuerzo satisfacer, y que este contexto de pandemia ha agravado. En este sentido, es interesante señalar que en Alcorcón ya existían iniciativas de este tipo (como la Red de Solidaridad Popular) que nació para paliar los efectos de la crisis del 2008 y que aún sigue trabajando muy duro. Nos enfrentamos a una nueva crisis y por eso es tan importante todas las manos y una fuerte conciencia solidaria.


¿Alguna anécdota reseñable?


Todo el trabajo y toda y cada una de las asistencias que venimos abarcando hasta el día de hoy son reseñables. Por mencionar una entre tantas, no sé, la donación por parte de los trabajadores del metro de tres tablets a una residencia para que las personas que no disponen de medios propios pudieran hacer videollamadas con sus seres queridos.

Sin embargo, como decía, creo que lo reseñable es la importancia de ser conscientes y estar convencidos de que las personas sí somos solidarias, sí estamos unidas, sí nos afecta, nos incumbe, y nos importa lo que puede estar sucediéndole a otras, los conozcamos o no, y que sí podemos organizarnos para fomentar y finalmente asegurar el bienestar colectivo. 


Entonces, ¿crees que sería importante que esto pudiera continuar más allá del final del estado de alarma?


La continuación desde luego sería un gran logro. Por un lado, porque después del periodo de alarma, pensamos que tardará mucho tiempo en recuperarse la vida normal. Pero más allá de la crisis de COVID-19, pensamos que la autoorganización vecinal tiene un valor enorme. La debilitación gradual de las asociaciones vecinales en los últimos años nos parece que perjudica a la población en general y sobre todo a los barrios populares y ciudades como Alcorcón de la periferia. Para garantizar buenos servicios y recursos en general tener un tejido social fuerte es fundamental. Si de todo esto que está siendo tan duro, saliera cierto repunte de ese tipo de movimiento creemos que sería muy positivo.