martes

Sánchez Mato: "Si tuviéramos voluntad política, habríamos municipalizado la recogida de basuras"



En Ahora Madrid no todos piensan que no se podía municipalizar la recogida de basuras, posibilidad que se ha descartado finalmente. El delegado de Economía y Hacienda, Carlos Sánchez Mato, apuesta por la gestión pública de este servicio y explica que se puede llevar a cabo, frente a las razones esgrimidas por la delegada de Medio Ambiente, Inés Sabanés, quien justificó la decisión por la seguridad de los trabajadores.

"Hay posturas diferentes. No es mayoritaria, pero tampoco estoy solo", asegura Sánchez Mato respecto a su posición en este tema que ha generado una división de opiniones en el seno de Ahora Madrid. Una discrepancia que es "sanísima", según la intervención del delegado de Economía en una charla sobre la remunicipalización de los servicios públicos, organizada por la Asociación de Vecinos de Vicálvaro el pasado jueves.


En este foro, Sánchez Mato pone en duda algunos de los argumentos que ofreció Sabanés para justificar la decisión del Ayuntamiento, consistente en volver a sacar a concurso público la recogida de residuos pese al compromiso electoral de trazar una hoja de ruta para la remunicipalización de los servicios. No obstante, es conciente de los "obstáculos legales" que existen desde 2012 por una serie de leyes aprobadas por el Gobierno central. Eso sí, "jamás me escudaré en esos obstáculos", puntualiza.

"¿Se puede puede meter a 1.900 personas al perímetro de público en las condiciones actuales que pone el Ministerio de Hacienda con la tasa reposición? No, no se puede. O sí, claro que se puede", indica Sánchez Mato. El edil explica a continuación que el trámite era realizar un plan y justificar que es rentable ante el Ministerio de Hacienda. Según sus cálculos, se puede municipalizar si la masa salarial de los trabajadores, con sus condiciones mejoradas, son 70 millones de euros, el Ayuntamiento va a poner poner también material, en concreto una parte de la flota de camiones, y se licita un concurso de 250 millones (si bien los datos ofrecidos del Ayuntamiento hablan de un presupuesto anual de entre 150 y 183 millones de euros). "Si tienes voluntad política lo presentas [el plan] y que digan que no. Entonces, a lo mejor vamos todos juntos a protestar", continúa.


Respecto a cómo municipalizar a los trabajadores indica que "no quiere hacer empleados públicos por la puerta de atrás" y violar el Estatuto de la Función Pública, pero que "técnicamente es posible". "Para eso está el 44 del Estatuto de los Trabajadores", que habla sobre sucesiones de empresa. "¿Qué te dice el responsable de un área económica de un ayuntamiento grande, pongamos que hablo de Madrid? Nos pueden condenar a que se conviertan en indefinidos no fijos. Y yo digo huy, qué derrota", señala con su habitual ironía. E insiste: "No es un problema legal, ni un problema económico. Es un problema de que aquí se está jugando mucho dinero, mucho".


El concejal también destaca que la decisión tiene un contenido ideológico muy profundo porque "el rey está desnudo". "No es verdad lo que nos cuentan, porque sale más rentable también desde el punto de vista económico la prestación directa y si no se presta bien yo ya no me puede excusar en que es OHL, FCC, ACS o Acciona. El responsable último soy yo", razona. "Si tuviéramos la voluntad política como equipo de gobierno de municipalizar, habríamos municipalizado", subraya de nuevo.


Sánchez Mato afirma que no descalifica a "nadie que tenga miedo de abordar esos conflictos políticos". "El miedo es libre, el miedo es lógico. Ahora, la diferencia ente un gobierno que quiere cambiar y transformar Madrid y uno que no quiere más que transformar la estela no es no tener miedo, sino vencerlo", señala. El edil responsable de Economía plantea también una reflexión sobre el futuro del Gobierno municipal. "Si ahora no demostramos que se puede gobernar de otra forma, ¿qué hacemos, improvisamos el último año?", se pregunta. "Tenemos que se capaces de movilizar a la gente generando ilusión", propone.

sábado

"Los economistas se olvidan de las personas cuando hablan de crisis", Juan Torres

Los economistas se olvidan de las personas cuando hablan de crisis

 Juan Torres

Juan Torres.
Juan Torres.

Los economistas pierden la prespectiva humana cuando exponen sus análisis sobre la crisis económica. Las cifras macroeconómicas se superponen al sufrimiento de las personas, que acaban tratadas como meros números. Ésta y otras críticas son las que ha lanzado el economista Juan Torres, en una conferencia en la Universidad de Almería, en la que ha abordado posibles soluciones a los problemas económicos de España.

Arrojar un poco de luz y plantear posibles soluciones a los problemas económicos de España ha sido el objetivo de la conferencia ‘La situación actual de la economía española: problemas y alternativas’, impartida este jueves 17 de marzo, en el Salón de Grados del Paraninfo de la Universidad de Almería, por Juan Torres López, catedrático de Economía Aplicada en la Universidad de Sevilla.

Experto en Economía, a lo largo de toda su carrera ha combinado la actividad docente e investigadora. Es autor de numerosos libros, destacando los escritos en los últimos años sobre la crisis económica como ‘La crisis financiera. Guía para entenderla y explicarla’, ‘Desiguales. Mujeres y hombres en la crisis financiera’ o ‘La crisis de las hipotecas basura. ¿Por qué se cayó todo y no se ha hundido nada?’

En su intervención, Juan Torres López, ha querido dejar clara la necesidad de que cuando los economistas hablen de crisis “piensen en las personas, en los seres humanos que la sufren”. Y ha añadido que “eso es algo que no debemos perder nunca de vista quienes nos dedicamos a la Economía, aunque en mi opinión, se pierde de vista con frecuencia y, por desgracia, se pierde mucho de vista en estas casas, en estas aulas de las universidades”.

También ha ido explicando los factores que, a su juicio, han hecho que en España el impacto de la crisis haya sido mayor que en otros países. Juan Torres destaca tres factores, por un lado el “impacto inevitable de la crisis internacional, que nos habría afectado igual aunque hubiésemos estado en la mejor de las situaciones”. En segundo lugar Torres ha hablado del “estallido de la burbuja inmobiliaria, que antes o después tenía que estallar, pero hacerlo cuando al mismo tiempo se está produciendo una crisis internacional, pues lógicamente agrava el impacto de la crisis”.

Por último, apunta a un tercer factor, “los problemas estructurales de la economía española, como la enorme concentración de poder -solo 1.400 o 1.500 personas controlan alrededor del 85 por ciento del Producto Interior Bruto-. Es una concentración de poder impresionante”. A esto añade que “también hemos tenido una clase empresarial tradicionalmente demasiado dependiente de las decisiones políticas. Más que crear empresas, a veces lo que se hacen son negocios. Además tenemos instituciones muy débiles”. Todos estos factores han provocado “la crisis más importante de los últimos años”.

La charla ha estado dirigida a los alumnos matriculados en los estudios de Doctorado en Ciencias Económicas, Empresariales y Jurídicas, pero dado su interés ha contado con la presencia de miembros de toda la comunidad universitaria. El Doctorado de Ciencias Económicas, Empresariales y Jurídicas es un programa interuniversitario de doctorado en el que participan las universidades de Almería, Jaén y la Politécnica de Cartagena. Este programa ha conseguido mantenerse con una matriculación anual superior a los 15 alumnos por año, con un profesorado altamente cualificado tal y como se demuestra con las más de 50 Tesis defendidas en los últimos años, siendo algunas de ellas premiadas.

La conferencia, organizada por la Escuela Internacional de Doctorado, ha contado con la colaboración del Doctorado en Ciencias Económicas, Empresariales y Jurídicas, el área de Historia e Instituciones Económicas y la Facultad de Derecho de la Universidad de Almería.

Kurdas en lucha contra el patriarcado y el Estado Islámico


Kobane o Cizîre, dos de los cantones de la región siria de Rojava, funcionan con un sistema político alternativo de autogestión al calor de la lucha por una sociedad feminista y ecológicamente sustentable.
Tras un siglo de lucha, el movimiento kurdo ha conseguido numerosas conquistas a pesar de jugar en un tablero de gobiernos opresores y movimientos armados como el grupo terrorista DAESH. La principal victoria reciente: la creación de un sistema político alternativo de autogestión en los cantones de Kobane, Afrîn y Cizîre de la región siria de Rojava, que funciona desde junio de 2015 y madura al calor de la lucha por una sociedad feminista y ecológicamente sustentable.

Las mujeres juegan un papel clave en la lucha contra la opresión en el Kurdistán. En los años 90 tomaron las armas y formaron el Ejército de Mujeres, que posteriormente pasaría a ser conocido como YJA Star, activo hasta el día de hoy. Actualmente, muchas de las guerrilleras integran también la brigada de mujeres de milicia kurda YPG -denominada en español Unidades Femeninas de Protección (YPJ)- que surgió en 2012 tras el comienzo de la revolución en Siria, ante la necesidad de defenderse del régimen de Bashar al-Assad y de los rebeldes sirios, del gobierno de Turquía y del avance de DAESH (acrónimo peyorativo para nombrar al ISIS, Estado Islámico de Irak y Siria, por sus siglas en inglés).“La nuestra es una lucha contra el colonialismo étnico y sexista”, explica a Pikara Nursel Kiliç, presidenta de la Fundación Internacional de Mujeres Libres y representante del Movimiento Europeo de Mujeres Kurdas, mientras toma té en el Centro Cultural Kurdo de París. Sin embargo, este movimiento feminista reconocido en el ámbito internacional va más allá de las armas, que representan la décima parte de su lucha.
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Aunque con menos eco mediático, la batalla de las kurdas se remonta a mucho antes de la guerrilla. La revolución comenzó con la toma de consciencia de las mujeres sobre sus derechos y con el acercamiento a la lucha internacional de liberación de las mujeres, según cuenta Nursel. “No es sólo una lucha de autodefensa, son mujeres que hacen una interrevolución feminista en el seno de la revolución kurda”, afirma esta militante, que además considera que la imagen-objeto con matiz exótico de las guerrilleras kurdas puede invisibilizar el combate de las activistas que hay detrás del uniforme y las armas.


Tres flores kurdas asesinadas en París

El 9 enero de 2013, tres piezas clave del activismo internacional por la autodeterminación del pueblo kurdo y de la lucha por la liberación de la mujer fueron asesinadas en París, en la sede de la Federación de Asociaciones Kurdas en Francia. Los cuerpos sin vida fueron hallados con varios disparos en la cabeza, aunque solo se encontraron dos casquillos de bala.

“La idea de que los fascistas turcos habían asesinado a Sakine, Leyla y Fidan en pleno París era insoportable. Cuando me enteré no creía cómo se habían atrevido a hacerlo, me sentía como un león enjaulado”, afirma Sylvie Jan, gran amiga de Sakine y actual presidenta de la asociación Solidaridad Francia-Kurdistán. En 2013, año en que se cometió aquel triple asesinato, Jan presidía la asociación Mujeres Solidarias; una joven kurda le pidió apoyo para defender a la diputada kurda Layla Zana de la pena de muerte que pesaba sobre ella por haber pronunciado una frase en kurdo en el momento de su investidura en el Parlamento Turco, un atrevimiento que está severamente restringido en Turquía. “Me impliqué profundamente en esta lucha, fui hasta Ankara a visitar a Leyla y desde entonces las kurdas entraron en mi vida”.

Las mujeres asesinadas eran tres piedras incómodas en los zapatos del gobierno turco. Sakine Cansiz, de 54 años, fue cofundadora del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) junto con Abdullah Ocalan, presidente del partido y condenado a cadena perpetua en Turquía. También fue fundadora del movimiento de liberación del Kurdistán y la Unión de Mujeres Libres, lo que la llevó a ser prisionera en Turquía hasta que recibió asilo político en Francia. Fridan Dognan, con 31 años, era directora del Centro de Información del Kurdistán, representante del Congreso Nacional del Kurdistán y exiliada en Francia desde que huyó con su familia a los 8 años. Leyla Saylemez vivía en Alemania y estaba de paso en París; a sus 25 años, esta activista kurda tenía una prometedora carrera política por delante en la lucha por la libertad de su pueblo.

En mayo de 2015, dos años después del triple homicidio y tras una investigación llevada a cabo por la justicia francesa, el turco Omer Güney, intérprete y chófer voluntario de la organización kurda en París, fue el único condenado del caso a pesar de que los jueces alertaron acerca de varios indicios que lo relacionaban directamente con el servicio secreto turco (MIT). Sin embargo, el gobierno de Erdogán no ha respondido aún a la comisión rogatoria para esclarecer, entre otras cosas, la conversación que la prensa turca filtró en entre Omer y dos agentes del MIT.

“Francia es escenario de muchos crímenes políticos, de cuyos intríngulis el servicio secreto francés debe estar al corriente; sin embargo estas informaciones no siempre llegan a la justicia, tal vez porque el Gobierno francés las utiliza como elemento de presión unilateral”, afirmó recientemente Selahattin Demirtas, codirector del Partido Democrático de los Pueblos (HDP), durante una conferencia sobre justicia y crímenes políticos centrado en el caso de las tres kurdas asesinadas en pleno centro de la capital francesa.

El proyecto político de las mujeres kurdas representa hoy una esperanza para la democracia y la paz, no solo para el Kurdistán sino para el mundo entero

Unos días antes del triple crimen, Recep Tayyip Erdogán, por entonces primer ministro turco, anunció el arranque de las negociaciones de paz con Abdullah Ocalan, líder histórico del PKK preso desde 1999. Demirtas cree que este asesinato fue planeado por el Gobierno turco para provocar a los kurdos y arruinar el proceso de paz, asegura además que la investigación no avanza debido a los crecientes intereses económicos, políticos y militares entre Francia y Turquía. “Si se hubiesen buscado los responsables podríamos haber tenido un proceso de paz duradera, con Turquía en paz, Siria no estaría en la actual situación y el DAESH no habría avanzado tanto. Si Turquía hubiese combatido a DAESH desde el principio, tal vez los atentados de París nunca habrían sucedido”.
El HDP es el partido kurdo con mayor número de representantes mujeres en la historia del Parlamento turco, después de que en las pasadas elecciones de junio lograse el 13 por ciento de los votos. “Esta victoria es común para todas las mujeres turcas” declaró Demirtas tras las elecciones y después de que Erdogan negase la igualdad entre hombres y mujeres, calificando el feminismo de “rebeldía de las mujeres que no aceptaban su maternidad”.

“La emancipación de una mujer pasa por la liberación de todas las mujeres, por eso este asesinato, más allá de un hecho político, es un feminicidio, un atentado contra la mujer, resultado de la confrontación ideológica y política entre el gobierno turco y el pueblo kurdo, bajo el paraguas de los intereses económicos de los países occidentales contra un pueblo que reivindica su derecho básico de existir”, sostiene la joven líder kurda Nursel Kiliç.

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Ante la cantidad de interrogantes que ensombrecen este caso, el movimiento de solidaridad mantiene las movilizaciones para exigir que la Justicia gala reabra la investigación y reconsidere las pruebas que inculpan al MIT. El pasado 9 de enero, con motivo del tercer aniversario del asesinato, unos 10.000 manifestantes volvieron a recorrer las calles de París para honrar la memoria de las “tres flores kurdas”, apelación con que los kurdos recuerdan a las tres asesinadas.
“Ninguna revolución se desarrolla sobre una alfombra de terciopelo, pero en esta región de Oriente Medio el proyecto político de las mujeres kurdas representa hoy una esperanza para la democracia y la paz, no solo para el Kurdistán si no para el mundo entero”, opina Kiliç.



La Revolución de Rojava, la lucha por una sociedad feminista

La lucha feminista del movimiento kurdo comenzó a fraguarse en la década de los 80 entre las exiliadas en Alemania. Gracias al trabajo de mujeres como Sakine Cansiz, el PKK asumió la denominada Teoría de la Ruptura a favor de la abolición de todo sistema de dominación patriarcal y esclavitud de las mujeres. En aquella época, la opresión del Gobierno turco obligó a la organización del movimiento kurdo a agruparse en las regiones fronterizas con Siria, principalmente Afrîn, Cizîre y Kobane, donde eran hostilmente ignorados por Al-Assad. El régimen no les atacaba directamente pero negaba su existencia étnica como pueblo, les quitó las tierras y los reprimió económica y socialmente dentro del proceso de arabización. A finales de los 90, la presión del Gobierno turco fue tan fuerte que Siria cedió a la ofensiva contra el pueblo kurdo y Abdullah Ocalan, líder del PKK, fue capturado.
Ante la presión, las kurdas tomaron las armas y crearon el Ejército de Mujeres y su propia organización política, el Partido de Mujeres Trabajadoras del Kurdistán (PJKK), que pasó a llamarse Partido de Liberación de Mujeres del Kurdistán (PAJK) en 2004. El pilar central de esta lucha, organizada en torno al Alto Consejo de Mujeres (KJB), es el desarrollo de una identidad liberadora para las mujeres y se consolida gracias a las Asambleas por la Libertad de las Mujeres, de carácter anual y donde se consensuan las decisiones políticas y sociales más importantes.

“Las mujeres luchamos por emanciparnos dentro de nuestro propio movimiento”, dice Nursel mientras explica que el horizonte de su lucha contra DAESH va más allá de la defensa de su territorio y del reconocimiento de su pueblo, y que cada vez están más amenazadas por la trata, las violaciones y la esclavitud sexual de los islamistas que siguen avanzando y que ya controlan importantes enclaves, como Sinyar y Mosul. “DAESH representa el nivel extremo del sistema patriarcal”, afirma Nursel con mirada fija y palabra contundente antes de enumerar los distintos tipos de violencia que este grupo terrorista ejerce sobre las mujeres y que incluyen los matrimonios forzados, las muertes por lapidación y la ablación.

Más de 2.000 mujeres de 19 aldeas diferentes fueron obligadas a satisfacer los deseos sexuales de los miembros del ISIS, mientras que miles han sido secuestradas, violadas y vendidas posteriormente a comerciantes en bazares o a mafias de la trata de mujeres a precios que rondan 100 dólares, según la Asociación para los Derechos de las Mujeres y el Desarrollo (AWID). Sin embargo, la presión hacia las mujeres sobrepasa el patriarcado islamista, ya que muchas de las que logran escapar de las garras del ISIS se suicidan por la vergüenza o son asesinadas al regresar a sus comunidades. Las kurdas han enfrentado históricamente la doble opresión patriarcal tanto del Estado como de sus propias comunidades.


“DAESH representa el nivel extremo del sistema patriarcal”

El sistema social y democrático de Rojava se implantó como tal tras el estallido de la Primavera Árabe en Siria y cuando la represión del Gobierno de los y las manifestantes se extiende hasta la región kurda. Ante la dicotomía de qué bando de los dos apoyar, el pueblo kurdo decidió tomar la ‘tercera vía´ y crear su propio sistema autónomo en la región para resistir a los ataques de cada uno de los frentes, incluido el Estado Islámico. En 2012, las fuerzas de Al-Assad se retiraron pacíficamente, ante la fuerte y numerosa presencia del ejército de las Unidades de Defensa Popular (YPG) y del YPJ, el cuerpo de mujeres de la guerrilla.
La floreciente revolución de Rojava fue percibida por Turquía como una amenaza, según afirma el político kurdo Selahattin Demirtas, quien reconoce que este fue el detonante para que Erdogan cancelase las negociaciones de paz el pasado verano. El gobierno de Turquía cerró además la frontera e imposibilitó el paso de cualquier tipo de ayuda solidaria.

El líder del Kurdistan iraquí se puso del lado de Erdogan, quien es el principal comprador del petróleo producido por los kurdos en Irak. Rojava acabó aislada frente a uno de los mayores ataques al pueblo kurdo en la historia reciente. Sin embargo, las fuerzas del ejército de liberación, incluido el batallón de mujeres, continúan empuñando las armas para defender su región. Muchas son protagonistas de increíbles actos heroicos, como es el caso de Arin Mirkan, una de las comandantes del YPJ que provocó un ataque suicida para acabar con decenas de combatientes del Estado Islámico.
Debido a las ofensivas, el proyecto social revolucionario mostró menos frutos en Kobane que en los otros dos cantones, Cizîre y Afrîn, donde los ataques tardaron un poco más en llegar. En julio de 2015 una treintena de mujeres activistas fueron asesinadas cuando se dirigían a prestar su ayuda para la reconstrucción de Kobane, cuna de la revolución feminista kurda. Aunque las muertes fueron atribuidas al ISIS, muchas voces sobre el terreno denuncian la complicidad del Gobierno turco para bloquear la ayuda solidaria y la cooperación con el pueblo kurdo.

JPEG - 135.7 KBDesde comienzos de año, la población kurda en Cizîre están sufriendo los bombardeos del Gobierno turco en lo que Erdogan denomina “la batalla contra el terrorismo”. Mientras el pueblo kurdo es el único que realmente lucha contra el que también es el principal enemigo de Europa, las empresas armamentísticas europeas continúan haciendo negocios con el Ejecutivo de Turquía, cuyas armas, muchas de ellas fabricadas en España, apuntan directamente al proyecto kurdo de autogestión.
“Los gobiernos europeos no apoyan al movimiento kurdo porque eso significaría apoyar nuestro proyecto de democratización progresista, que es la antítesis del capitalismo que ellos defienden”, argumenta Nursel Kiliç y, haciendo suyas las palabras de Neruda, afirma: “Podrán cortar las flores, pero nunca detendrán la primavera”.
 
 
Fotografías de Luna Gámez

Fuente: Pikara Magazine 

miércoles

Por el derecho a una enseñanza pública, Concentracion el jueves 17 en Leganés


CONCENTRACIÓN EN LEGANÉS

POR EL DERECHO A UNA ENSEÑANZA PÚBLICA

Jueves 17 de Marzo a las 11:30 horas 
En la Dirección del Área Territorial Sur, 
C/ del Maestro, 14, Leganés 
(MetroSur Casa del Reloj o Julián Besteiro)


Primera ronda de contactos entre los grupos municipales tras la reprobación al gobierno del PP


Ganar Alcorcón asegura que se ha dado “el primer paso para un cambio político en Alcorcón”

Ganar Alcorcón durante un acto de campaña

Ganar Alcorcón durante un acto de campaña

La semana pasada una delegación del grupo municipal de Ganar Alcorcón se reunió bilateralmente con las respectivas de PSOE, Ciudadanos y IUCM-Los Verdes, en una primera ronda de contactos, tras la reprobación del gobierno municipal por la mayoría del pleno del Ayuntamiento.
En las reuniones se presentó un denominado Propuesta para la Normalización y Democratización del Ayuntamiento de Alcorcón, con el objetivo de “alcanzar un acuerdo de cara a un cambio político al frente del ayuntamiento, en caso de existir condiciones suficientes para ello.”
Ganar Alcorcón valora esta primera ronda de reuniones como positiva y la califica como “el primer paso para un cambio político en Alcorcón”.

Todos los grupos políticos han coincidido en destacar la necesidad de un cambio en las  políticas en el municipio para “superar la caótica y lesiva gestión del Partido Popular. Un cambio político fundamentado en mejorar las condiciones de vida de los vecinos y vecinas de Alcorcón, por encima de las siglas partidarias.”

Según Ganar Alcorcón en todas hubo acuerdo sobre la necesidad de ”desarrollar un proyecto de ciudad que, a corto y medio plazo, proporcione las soluciones a los problemas fundamentales de la población: el empleo, la suciedad y la falta de mantenimiento de la ciudad en general por la pésima gestión del actual gobierno municipal y las privatizaciones, las graves carencias democráticas en el Ayuntamiento y de participación ciudadana, etc”, así como “de dar a la economía municipal una proyección de futuro dirigida hacia la industria tecnológica y convertir en competitivos los polígonos industriales, frente a la apuesta del actual equipo de gobierno en el sector terciario, cuyo empleo es precario, y frente al abandono actual de los polígonos.”

También ha clarificado que el acuerdo programático alcanzado con el PSOE para la investidura alcanzado en el mes de mayo, del año pasado, no es la base para el actual dado que no lo compondrían los mismos actores políticos, al incorporarse Ciudadanos.

Desde Ganar Alcorcón anuncian que “tras un breve impasse de tiempo, demandado por los demás grupos de la oposición para poder estudiar las propuestas programáticas y enriquecer el documento desde sus diferentes perspectivas ideológicas”  se retomará la ronda de reuniones bilaterales y que finalizada esta segunda ronda, en el caso de existir condiciones suficiente proseguirán el trabajo bajo el formato de reuniones a cuatro bandas


lunes

Vídeo de Marina Albiol: "La Unión Europea se ha convertido en un conjunto de instituciones y políticas criminales"



Palabras de Marina Albiol en el acto de cierre de las Jornadas por un Plan B para Europa, celebrada los días 19, 20 y 21 de febrero en Madrid.

 http://planbeuropa.es/

 

domingo

El primer Congreso de la nueva IU Madrid, ensayo para la XI Asamblea Federal



MIGUEL MUñOZ | Publicado:

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Álvaro Aguilera, tercero por la izquierda, junto a otros miembros de la federación madrileña de IU y de la dirección federal. / Agustín Millán

El próximo fin de semana del 2 y 3 de abril tendrá lugar la asamblea de reconstrucción de la nueva federación de IU en Madrid. Un encuentro al que se llega tras un largo conflicto interno que culminó con la desfederación de la antigua IUCM decidida en el Consejo Político Federal de IU del pasado 14 de Junio. Tras varios meses en los que la militancia ha tenido que reafiliarse a la nueva estructura y se han ido creando las asambleas de base, todo está preparado ya para la asamblea inicial. En ella se elegirán los nuevos órganos de dirección de la federación y también las líneas políticas a seguir. Los militantes tienen a su disposición tres documentos políticos diferentes para debatir que han sido elaborados por los integrantes del grupo plural que estaba encargándose de pilotar el proceso. Este equipo no ha conseguido consensuar un único texto aunque uno de ellos es el mayoritario y tiene la firma de hasta 15 personas. Pertenece al sector que apostó por Ahora Madrid y otras candidaturas de confluencia, cercano a las posiciones de Alberto Garzón. Está representado por, entre otros, el secretario general del PCM, Álvaro Aguilera, o los dirigentes de IU federal Alberto Arregui y Fran Pérez. Por otro lado se encuentra la propuesta alternativa de dirigentes como José Antonio García Rubio, Carmen Domínguez o Jeanette Carmel. Este grupo se mostró contrario a la desfederación de IUCM y está alineado con las tesis de la Declaración de Zamora. Un último texto, más minoritario, corresponde a una propuesta de Carmen Villares. Se replicarán por tanto las posiciones más visibles que también se encuentran en IU a nivel federal, algo que puede servir como una especie de ensayo para la XI Asamblea Federal.


Una de las diferencias principales entre los documentos políticos es precisamente la mención al conflicto pasado y a la antigua federación. Además, la concepción de hacia dónde debe ir IU y en qué se debe convertir. Por un lado, el texto mayoritario, titulado Construir la unidad popular, señala que los hechos les han dado la razón e “imponen la obligación de reconstruir IU superando las políticas y los métodos de la fracasada IUCM, como parte de una nueva articulación de la izquierda transformadora en Madrid y como parte de la izquierda transformadora en el Estado”. Otra mención a la antigua federación se refiere a la importancia de “consolidar la democracia interna barriendo para siempre los métodos burocráticos que caracterizaron IUCM”. Para ello apuestan porque las asambleas de base sean quienes tengan la capacidad real de decidir. “La crisis que vivimos en IU no se debe a que ese planteamiento (cambiar el sistema) fuese erróneo, sino a que la mayoría de nuestra dirección acabó renunciando a defender un cambio de sistema y se integró en él. Ese fue el terreno abonado para que se llegase, incluso, a cogobernar Caja Madrid y Bankia con el propio PP. Y fue el obstáculo para nuestro crecimiento”, apunta otro párrafo del texto.

Respecto al futuro de IU, el documento destaca que “no se trata ya de refundar IU sino de fundar, junto a otros y otras, el instrumento político capaz de promover la movilización, la comunión de las diferentes tradiciones de la izquierda rupturista y posibilitar la victoria sobre las fuerzas del régimen en todos los frentes para iniciar un proceso constituyente que supere el actual régimen”. Llaman por tanto a “construir un nuevo y auténtico movimiento político y social”. Con unos principios básicos: movilización, coherencia, democracia radical, apuesta por la unidad popular, programa político, municipalismo, apuesta por un proceso constituyente y superación del capitalismo. El documento hace una defensa de la unidad popular y del papel de IU en las candidaturas municipales de confluencia como Ahora Madrid. En su llamamiento destacan que hay que “construir de verdad y de una vez por todas, un frente constituyente, un espacio real para la unidad popular”.

Por su parte, el documento de García Rubio y otros dirigentes se titula Por la reconstrucción de IU en la Comunidad de Madrid. En él consideran que en esta asamblea no se deberían repetir los debates que abordará la próxima XI Asamblea Federal. Pretenden que todo se centre en la reconstrucción de la federación y para ello analizan la situación que les ha llevado a este punto. “Referirse al largo proceso de deterioro y finalmente fractura de IUCM no parece que tenga ahora mucho sentido o, al menos, que pueda ser abordado sin desviarnos de lo que sí constituye el antecedente concreto de la situación que queremos superar con la celebración de esta asamblea constituyente”. Ese antecedente es la desfederación. “No se intentó otras fórmulas de intervención-gestora- que hubieran dejado a salvo los derechos de la afiliación. Alegando dificultades estatutarias se optó por un claro atropello colectivo”, añaden. Consideran, en relación al documento propuesto por el sector ahora mayoritario que no tiene ninguna lógica apostar por la confluencia y “dejar de lado a centenares de personas desvinculadas administrativamente de IU y que siguen defendiendo la política de IU”. Por tanto, defienden que una de las tareas inmediatas debe ser “activar la militancia de todas las personas que lo quieran así, sin más límite o condición que lo establecido en los Estatutos y pagar la cuota”. Especifican además que es necesario “recuperar a todos los cargos públicos que son militantes de IU si ellos no se oponen”. Actualmente hay decenas de cargos que se presentaron en varias localidades en listas de la antigua IUCM.

Sobre la “historia” de IUCM consideran que ha tenido aciertos y errores. “En lo negativo podemos coincidir en que la visión del poder financiero y de las Cajas de Ahorro en particular ha sido un claro error, que la intención de aprovechar las contradicciones internas del PP y PSOE fue igualmente errónea y que hubo demasiado institucionalismo en nuestra práctica política. Como consecuencia, se desarrolló una visión clientelar de la organización (que aún hay que superar) y prácticas personales poco acordes con nuestra ética”, señalan. Este grupo apuesta también por la unidad “porque está en el ADN de IU” y la “articulación de un bloque de fuerzas en lo social y en lo político”. No obstante, critican la estrategia seguida respecto a Podemos y lo que denominan un “proceso de deconstrucción de la marca IU” tras las europeas de 2014 “como si se hubiese producido una derrota”. “Se inició una estrategia de mimetización y, posteriormente, lograr un acuerdo electoral con Podemos devino en la única estrategia reconocible, proyectando una imagen pública desdibujada y subalterna”, destacan.

Por último, el documento firmado por Villares y titulado IU: La izquierda el encuentro y la unidad destaca cómo era un grupo “muy reducido de dirigentes” los que tomaban las decisiones en IUCM y llama a superar las divisiones internas. Considera que “de momento no hay diseñado nada serio que sea superior a IU” y que si eso llega habrá que sopesar el contenido. Además considera que este proceso se realiza con prisas con la justificación de conquistar la organicidad plena en IU.

sábado

"Analizando la izquierda anticapitalista europea y española", por Alberto Garzón

 

Analizando la izquierda anticapitalista europea y española

 

Sin mucha originalidad hemos llamado repensar la izquierda a la reflexión que gira en torno a los turbulentos acontecimientos políticos de los últimos años. Y ello con el objetivo de desplegar las estrategias e instrumentos adecuados para que la izquierda social y política esté en condiciones de promover un sistema económico y social más justo. En esta honda reflexión, y desde mi perspectiva, contemplo tres niveles temporales.

El primero, el que va desde 1989 hasta la actualidad. Es la reflexión sobre una derrota, la que se refiere a la caída del llamado socialismo real, que fue acompañada del declive de los partidos comunistas y socialistas en occidente. El punto de referencia es la concepción del mundo de la izquierda, duramente golpeada por esta derrota. Asimismo, engloba la reflexión sobre el dominio del neoliberalismo como proyecto sociocultural desde los 80s y la fuerte irrupción de las teorías críticas posmarxistas y posmodernas.

El segundo, el que va desde la crisis de 2007-08 hasta la actualidad. Es la reflexión sobre el por qué la mayor crisis del sistema económico capitalista desde la Gran Depresión no se ha saldado con una alternativa global o europea de izquierdas sino más bien por su contrario, la agudización del neoliberalismo. Aquí el punto de referencia es la izquierda anticapitalista, incapaz de aprovechar un momento que se había teorizado sobradamente.

El tercero, el que va desde la irrupción de Podemos en España hasta la actualidad. Aquí el punto de referencia es la izquierda representada por Izquierda Unida y la doble reflexión sobre el cómo y el por qué ha sido superada electoralmente por esta nueva fuerza y qué debe hacer para recomponerse como proyecto político anticapitalista.

En estas nuevas notas trataré de avanzar unos comentarios adicionales sobre el tercer nivel, el más concreto. Se suman al extenso documento que publiqué hace unas semanas llamado “Apuntes para repensar la izquierda en España” y que abundaba en los tres niveles anteriormente mencionados. Allí hablaba de la crisis económica y de los cambios en el régimen de acumulación de la economía española (nivel 2), de los cambios culturales de las últimas décadas (nivel 1) y del enfoque político –menos maquinaria electoral, más movimiento social- que tenía que tener IU (nivel 3).

En esta ocasión quisiera explorar algo más las características de Podemos e IU en su vinculación con la estructura social española, a fin de arrojar más luz sobre el tipo de instrumento que se necesita de cara al futuro. Ya vimos muy tentativamente algunas de estas características en la nota “Clases sociales e Izquierda Unida: un análisis”. En esta ocasión veremos primero algunas ideas clave de cómo ha cambiado la estructura social al cambiar el régimen económico de acumulación. Después examinaremos el perfil de los votantes de los partidos anticapitalistas europeos y su taxonomía. Posteriormente analizaremos las diferencias entre Podemos e IU respecto a tipo de votantes. Y finalmente sacaremos algunas conclusiones preeliminares.


Las transformaciones de la estructura social

En las discusiones de teoría económica hay cierto consenso en que el régimen de acumulación fordista propio de las economías de posguerra dio paso a un nuevo régimen de acumulación posfordista en torno a la década de los setenta y ochenta. También se acepta que esa transición ha ido acompañada de notables cambios en la estructura social que, a su vez, han modificado aspectos clave del comportamiento electoral. Ese distinto comportamiento electoral sería reflejo, en última instancia, del cambio en la concepción del mundo de los ciudadanos.

El régimen de acumulación fordista, que sentó los fundamentos del Estado Social en la mayoría de países occidentales tras la II Guerra Mundial, estaba caracterizado esencialmente por el círculo virtuoso entre la producción y el consumo masivo. Sus características principales eran: la producción masiva en cadenas de montaje con mano de obra semi-cualificada; un sistema macroeconómico estable y fuertemente regulado nacional e internacionalmente; empresas en las que se daba la separación entre control y dirección pero muy centralizadas y buscando crecer en tamaño para aprovechar las economías de escala; una relación salarial basada en un compromiso capital-trabajo según el cual los incrementos de productividad se repartían tras acuerdos entre patronal y sindicatos; crecimiento masivo del consumo, una sociedad urbano-industrial y la existencia de un salario social en forma de pensiones, sanidad y educación pública y prestaciones sociales adicionales.

La propia dinámica y evolución del capitalismo fue tensionando el propio sistema, hasta que entró en crisis. En torno a los setenta y ochenta se fue abriendo paso un nuevo régimen de acumulación caracterizado por la desregulación y un mayor protagonismo del libre mercado como institución rectora de lo económico. No en vano, David Harvey lo llamó régimen de acumulación flexible porque la característica esencial era esa: la flexibilidad. Robert Jessop, por ejemplo, lo llama Estado competitivo schumpeteriano por su carácter hipercompetitivo. Las dudas sobre su estabilidad a medio plazo son notables (puede leerse al respecto la nota que escribí sobre La crisis permanente del neoliberalismo). En todo caso, se ha convenido en llamar régimen de acumulación posfordista al conjunto socioeconómico caracterizado por: nuevas formas de producción flexible, basadas en redes y sistemas de externalización y la utilización de nuevas tecnologías de la información y la comunicación; relaciones laborales flexibles que combinan trabajadores muy cualificados con trabajadores no cualificados; desindustrialización general de las economías occidentales, con deslocalizaciones hacia países con mano de obra más barata; dura competición salarial a la baja; entorno macroeconómico volátil y caracterizado por la desregulación; cambio de las formas burocráticas en la empresa por formas horizontales y más planas y delgadas; desmantelamiento del Estado social e incremento de las desigualdades.

Esta transición ha modificado enormemente la realidad socioeconómica de nuestros países occidentales. Aunque cada país haya contado con sus propias especificidades, esta transición es común a todos. Y, lo más importante a efectos de lo que nos interesa aquí, el cambio en la estructura productiva y las relaciones laborales ha modificado también sobremanera la estructura social. Al fin y al cabo, la base social de los partidos anticapitalistas, particularmente de los comunistas, podría haber menguado como consecuencia de esos cambios.


Los partidos de la izquierda radical

Parece evidente que si unimos dos fenómenos tales como el derrumbe de los países del llamado socialismo real y los procesos de desindustrialización en occidente tenemos una mala combinación para los partidos políticos de izquierdas. De un lado porque se deteriora la fuerza del imaginario socialista como alternativa, con todo lo que ello conlleva a nivel cultural, y de otro lado porque se presupone que la mayor fuerza electoral de los partidos comunistas y radicales se encuentra en la clase obrera clásica (particularmente la de cuello azul, típicamente fordista y de cadenas de montaje).
En realidad, los estudios han revelado que los partidos comunistas nunca han sido los más apoyados entre la clase obrera, ni siquiera el exitoso Partido Comunista Italiano. Eso sí, su electorado ha estado compuesto mayoritariamente por votantes de la clase obrera. Por eso los cambios en la estructura social habrían podido afectar mucho a los partidos anticapitalistas, en tanto que las grandes industrias han sido desmanteladas, los sindicatos se han debilitado y ha disminuido el nivel de afiliación sindical. En efecto, en las investigaciones de ciencia política todas estas hipótesis se han confirmado de una u otra forma.

El reciente estudio publicado por Luis Ramiro en la European Political Science Review (Support for radical left parties in Western Europe: social background, ideology and political orientations) es un buen punto de inicio para observar los perfiles de los votantes de la izquierda radical o anticapitalista en el período que va desde 1989 a 2009, y abunda en esos datos.

En primer lugar, Ramiro pone de relieve que no se demuestra una relación directa entre pertenecer a un sector social desfavorecido y votar a un partido radical de izquierdas, ni siquiera cuando hablamos de la clase obrera (sea trabajador manual, trabajador profesional o empleado público). Esto es algo contraintuitivo porque los partidos anticapitalistas se definen a sí mismos como representantes de la clase obrera y sus programas giran, en lo fundamental, en torno a la satisfacción de las necesidades de los sectores más desfavorecidos. Ramiro apunta que se advierte una gran competencia en estos sectores, tanto por partidos socialistas como por partidos de extrema derecha.

Donde Ramiro encuentra evidencias empíricas es cuando el individuo se identifica con la clase obrera (lo que llamamos conciencia de clase), es afiliado sindical, no pertenece a ninguna religión, se considera de izquierdas, está descontento con la democracia o tiene una percepción negativa de la Unión Europea. En todos esos casos la probabilidad de votar a un partido anticapitalista se incrementa. Al mismo tiempo, hay evidencia también de que el votante de un partido anticapitalista tiende a estar o bien muy poco cualificado o bien altamente cualificado. Asimismo, en términos de edad hay indicios de que el perfil ha ido cambiando con el tiempo, rejuveneciéndose.

Estas conclusiones son relevantes porque en términos marxistas significan un desplazamiento de la relación votante-organización desde la estructura económica hacia la superestructura. Parece que la captación de votantes se produce más por el lado subjetivo e inmaterial (conciencia de clase, ideología, concepción del mundo) que por el lado objetivo y material (vínculo entre los intereses de la clase obrera y una organización que se dice legítima representante de esos intereses). Esto parece encajar con la tesis de Ronald Inglehart sobre la posmaterialidad, según la cual la insólita capacidad de las sociedades industriales para satisfacer necesidades básicas ha producido un cambio en las preferencias políticas, llevando a la izquierda a ser apoyada por los posmaterialistas y dejando fuera a los sectores populares y materialistas. En definitiva, todo parece indicar que la conexión de los partidos anticapitalistas con las clases más populares y desfavorecidos o bien se ha desvanecido o bien nunca ha existido, salvo en la retórica política. Algo sobre lo que Owen Jones alertó en su libro Chavs cuando insistió en que la verdadera clase obrera había quedado desamparada mientras, en cierta forma, la izquierda miraba a las clases medias. No obstante, y esto lo indica también Ramiro, el estudio pone de relieve que cuestiones como la ideología, la afiliación sindical o la conciencia de clase siguen teniendo relevancia a pesar de las transformaciones económicas de las últimas décadas. No han desaparecido.


Taxonomía de los partidos anticapitalistas

Hasta aquí hemos hablado de partidos anticapitalistas, pero en realidad la categoría que usan los académicos como Ramiro es la de Radical Left Parties (RLP) y que definiría a los partidos que rechazan la estructura económica del capitalismo contemporáneo y sus valores y prácticas, y defienden una estructura económica y de poder alternativa que implique una mejor redistribución de los recursos. Y más que una declaración explícita de anticapitalismo estaríamos ante una crítica del capitalismo globalizado actual, aunque a veces se de una defensa de un sistema socialista. Estaríamos hablando, en suma, de los partidos engloblados bien en el Partido de la Izquierda Europea (PIE) bien en el grupo parlamentario europeo de la Izquierda Unitaria Europea – Izquierda Verde Nórdica (GUE/NGL) o que directamente estén fuera de ambos espacios por su marcado carácter anticapitalista.

Naturalmente dentro de ese conjunto hay una importante heterogeneidad, y a veces se han hecho intentos para hilar más fino. Ese propósito tiene el trabajo de Raúl Gomez, Laura Morales y Luis Ramiro publicado en West European Politics (Varieties of radicalism: examining the diversity of radical left parties and voters in western Europe). Estudiando los programas políticos de las formaciones desde la década de los cuarenta del siglo pasado, han posicionado a los partidos en dos categorías: nueva izquierda y partidos tradicionales. Los partidos tradicionales son los que se centran más en temas tales como el análisis marxista, el antiimperialismo, el trabajo, la justicia social, la planificación económica y el nacionalismo, mientras que los de la nueva izquierda son aquellos que tratan más temas como la democracia, la paz, el ecologismo o los derechos de las minorías sociales.
Por ejemplo, partidos de alta retórica tradicional y muy pocos elementos de nueva izquierda son el Partido Comunista Griego (KKE) y el Partido Comunista de Portugal (PCP), mientras que en el lado inverso puede encontrarse a los partidos nórdicos. Curiosamente, Izquierda Unida y los partidos comunistas italianos caen del lado de la nueva izquierda desde 1989 y 1994 respectivamente, si bien es verdad que en la frontera. Y es que el tiempo, y particularmente la caída del muro de Berlín, ha ido desplazando a partidos tradicionales hacia el otro lado de la clasificación.

Ahora bien, en la comparación del tipo de votantes, el estudio revela que los partidos tradicionales y de nueva izquierda no se diferencian en términos de edad, género, ubicación ciudad/campo, ni en conciencia de clase o afiliación sindical. Sin embargo, los investigadores sí encuentran que los votantes de los partidos de nueva izquierda están más cualificados y son menos religiosos que los de los partidos tradicionales. También revelan que los votantes de la nueva izquierda son más moderados, menos euroescépticos y están más insatisfechos con las cuestiones democráticas.

En definitiva, parece que estas transformaciones discursivas tienen que ver con fenómenos como la caída del muro de Berlín, que ha reducido el componente ortodoxo de los partidos, y las transformaciones económico-sociales, que ha dado mayor importancia a aspectos que van más allá del conflicto capital-trabajo. Eso sí, siempre manteniendo la idea de que ni los partidos tradicionales ni los de nueva izquierda conectan claramente con las clases populares a las que dicen, de una u otra forma, representar.


El caso español

Parece evidente que lo que nos falta por explorar es el surgir de Podemos como partido que pertenecería al conjunto de anticapitalistas, pues de hecho es miembro del GUE/NGL. Uno puede presuponer, sin embargo, que su caracterización como partido populista –construyendo discurso sobre la dicotomía casta frente a pueblo- así como el análisis de su programa –muy centrado en aspectos inmateriales- debería llevar a clasificarlo como un partido también de nueva izquierda. Lo que nos interesa, sin embargo, es explorar las diferencias que puedan existir entre los votantes de Podemos y de IU.
Las ideas de los epígrafes anteriores son coherentes con lo que apuntamos en “Clases sociales e Izquierda Unida: un análisis”, a saber, que las clases populares no votan a Izquierda Unida pero tampoco a otros partidos radicales como Podemos. Los parados/as, jubilados/as y trabajadores/as del ámbito doméstico son un importante nicho de votantes del bipartidismo y, particularmente, del Partido Popular. Pero desde luego constituyen una ínfima parte del apoyo electoral de los partidos radicales.

Ahora bien, el surgimiento de Podemos en 2014 es un fenómeno singular en toda Europa, dado que el populismo ha estado vinculado esencialmente a la extrema derecha. Sobre esta cuestión Luis Ramiro y Raúl Gómez ha avanzado una investigación en un artículo de próxima publicación en Political Studies (Radical left populism during the Great Recession: Podemos and its competition with the established radical left). La pregunta que se hacen Ramiro y Gómez es, ¿por qué surge Podemos como partido radical de izquierdas cuando ya había otro –Izquierda Unida- que teóricamente ocupaba ese lugar?

Una posibilidad es pensar que Podemos ha llegado al mismo tipo de público que los partidos populistas de derechas del resto de Europa, es decir, a los perdedores de la globalización. El perfil de ese votante es el de personas desempleadas, poco cualificadas, muy expuestas a la competencia económica internacional y con sentimientos nacionalistas que se realzan como forma de protección ante esa situación general de vulnerabilidad. Sin embargo, la investigación demuestra que no hay evidencia de que Podemos sea el partido de los perdedores de la globalización. De hecho, Podemos no es más atractivo que IU en esos sectores sociales. Es más, incluso tanto Podemos como IU tienen gran apoyo entre personas muy cualificadas.

El único matiz es que Podemos tiene mayor aceptación entre euroescépticos y entre abstencionistas. Al mismo tiempo, Podemos tiene más aceptación también entre los que no declaran ideología alguna. Aquí podemos encontrar, probablemente, su capacidad de haber llegado a personas que se situaban fuera del eje izquierda-derecha. Curiosamente Podemos tiene enorme aceptación, más que IU, entre las personas muy de izquierdas, pero también gran penetración en perfiles de izquierdas más moderados.

Ramiro y Gómez plantean otra posibilidad, y es que podríamos estar ante el tipo de votante con expectativas insatisfechas. Es decir, personas cualificadas pero que temen perder su trabajo o ser más precarios. Y, en efecto, los investigadores encuentran que la probabilidad de votar a Podemos se incrementa mucho más que la de IU cuando hablamos de este perfil de votante.
El último bloque de posibilidades tiene que ver con el perfil del voto protesta. Se trata aquí del voto que se realiza como reflejo de la insatisfacción con la democracia o con una situación económica concreta. Vimos en el epígrafe anterior que los partidos de nueva izquierda suelen caracterizarse más por preocupaciones de tipo democrático e inmateriales. Lo que los investigadores revelan es que entre los votantes de IU y de Podemos no hay diferencias en torno a la actitud patriótica (a pesar del intento de Podemos de apropiarse ese espacio), y sin embargo sí hay evidencia de que los votantes más centralistas en términos de administración territorial se inclinan más por votar a Podemos que los de IU.

Finalmente, los investigadores no encuentran evidencia de que los votantes de Podemos y de IU sean diferentes respecto a la preocupación por la situación económica. Pero donde sí hay diferencias es respecto a la preocupación por la situación política y la visión sobre el Gobierno y la oposición, puesto que ahí la insatisfacción de los votantes de Podemos es mucho mayor. Esto apoya la hipótesis de que los votantes de Podemos son votantes antimainstream y más preocupados que los de IU por las cuestiones democráticas.

En definitiva, parecería que las investigaciones revelan que en la competición electoral entre IU y Podemos el éxito de este último se ha encontrado en canalizar mejor el perfil antimainstrem y antielite, junto con un voto protesta que incluye no sólo cuestiones democráticas sino también las expectativas insatisfechas de las personas mas cualificadas. Y, esto ya es cosecha propia, me atrevo a pensar que está más dirigido a las clases medias frustradas por la crisis y por las transformaciones económicas y políticas recientes que en el caso de IU. No obstante, es difícil aventurar mucho más.


Conclusiones

Con todo lo avanzado en estas notas hay, desde luego, elementos que pueden destacarse especialmente.

En primer lugar, y lo más preocupante, es que ningún partido radical o anticapitalista ha conseguido llegar a las clases populares y hacerse su representante efectivo y literal –en el sentido de ser un espejo-. Más al contrario, el apoyo a los partidos radicales tiene más que ver con cuestiones culturales e ideológicas, mientras que cada vez hay más sectores golpeados por la crisis y la globalización que se encuentran huérfanos de referencias en la izquierda. Esos sectores son tentados, en muchas partes de Europa, por los partidos de extrema derecha en particular. Algo que supone una verdadera amenaza democrática.

En segundo lugar, es necesario remarcar que Podemos tampoco ha llegado a esos sectores a pesar de que la estrategia del populismo de izquierdas parecía pretender, precisamente, eso mismo. El plus que ha conseguido Podemos ha sido atraer a votantes abstencionistas e ideológicamente moderados a partir de un voto protesta o de expectativas incumplidas, más que conectar con las clases populares. El resto de su espacio es, en lo esencial, el mismo votante tradicional de IU.

En tercer lugar, IU y Podemos pertenecen a la misma familia política a pesar de ser proyectos políticos distintos. Ese hecho viene marcado porque ambos pertenecen a los partidos radicales o anticapitalistas y ambos tienen un discurso y programa que incluye los elementos llamados de nueva izquierda y que van más allá del conflicto capital-trabajo. Parece que la irrupción de Podemos, sin embargo, genera nuevas tensiones en IU para desplazarla, a modo de intuitiva protección electoral, hacia formas más tradicionales. Pero impugnando ciertos tópicos, el elemento ideológico, la conciencia de clase y la afiliación sindical siguen siendo variables relevantes para el apoyo de los partidos, posiblemente también para Podemos.

En cuarto lugar, siendo los anteriores puntos ciertos las discusiones semánticas sobre el sujeto histórico –clase obrera o ciudadanía- y las peleas por las referencias simbólicas –hoz y martillo, siglas o alternativas- son fundamentalmente litúrgicas porque ninguna de ellas anclan en la realidad cotidiana de las clases populares y en sus problemas. Eso explicaría por qué en IU, y quizás también en Podemos, cada cierto tiempo emergen corrientes que en lo retórico se envuelven en banderas rojas y retórica novecentista pero luego en la práctica demuestran un profundo eclecticismo que es, en cierto modo, esencialmente revisionismo.
En quinto lugar, una diferencia notable entre los votantes de Podemos y de IU se da en torno a la visión sobre el régimen político. Podría deducirse que los votantes más anti-régimen, anti-mainstrem y anti-elite se han decantado hasta ahora por Podemos debido a que IU estaba, en el imaginario social, muy pegada a los partidos clásicos que han sustentado el régimen político que ahora se tambalea. Esto es normal no sólo debido a la historia, que a diferencia de Podemos en IU sí existe, sino también a la coparticipación en gobiernos socialdemócratas y a que hay una espina clavada en el PCE se llama eurocomunismo y propugna alternativas económicas pero no alternativas políticas. Esta tendencia, o alma, en IU es sorda a conceptos como crisis de régimen o proceso constituyente y, en consecuencia, no ha entendido nada de lo sucedido en los últimos años.

En sexto lugar, es imposible prever la evolución futura a nivel electoral. Por varias razones. Entre ellas por la estrategia rápidamente cambiante de Podemos tanto en lo discursivo como en las alianzas. No es Podemos una fuerza coherente sino que ha articulado alianzas en función de intereses electorales y no de coherencia discursiva, pasando por ejemplo del patriotismo centralista hacia la multinacionalidad en apenas un mes o denunciando el eje izquierda-derecha primero y luego reinstaurándolo en función de la coyuntura. El votante puede estar despistado. Al mismo tiempo, IU está en un proceso de renovación que busca un mix entre la tradición del movimiento obrero y la de los nuevos movimientos sociales (nueva izquierda según estas notas).

En todo caso, y a modo de conclusión, parece evidente que a pesar de la competición electoral que existe entre Podemos e IU ninguno de los dos ha hecho sus deberes respecto a la construcción de una base social. Insisto, base social y no sólo electoral. Y alguien tendrá que hacerlo, puesto que ese es el único instrumento que puede transformar de forma real la sociedad. Tejer redes sociales de gente movilizada y concienciada en torno al conflicto es la única forma de conectar a las clases populares con las organizaciones políticas, las cuales además deben disponer de mecanismos de representación democrática. Así, quizás el ejemplo más característico que aúna presencia en el conflicto y pedagogía política es la Plataforma de Afectados por la Hipoteca. Cumple el papel de intelectual colectivo gramsciano, que es, claramente, lo que algunos pensamos que necesitamos para alcanzar nuestros objetivos de emancipación de las clases populares.

Así que tenemos por delante una tarea: dotarnos de un instrumento que cumpla esas funciones, es decir, que sea útil para las clases populares. Y ese instrumento va, a mi juicio, mucho más allá de lo que actualmente son tanto IU como Podemos. De hecho, es lo que podríamos identificar con el concepto amplio de unidad popular. O dicho otra vez, y a riesgo de ser cansino, no es una lucha de siglas en el marco electoral sino una lucha de clases en el terreno material. Por mucho que algunos, a uno y otro lado, parezcan más empeñados en ser consejeros delegados de partidos-marca, con sus tacticismos y liturgias cambiantes según las alzas y bajas en la bolsa mercantil, que de organizaciones políticas para la transformación social. Y, digo yo, habrá que ser más patriota de clase que patriota de partido porque, de lo contrario estaremos siendo meras comparsas de este régimen político-económico basado en la explotación.

 

 

viernes

"Mujeres en la sombra" EXPOSICIÓN EN EL C.C. MIGUEL ANGEL BLANCO / SIETE OJOS


EXPOSICIÓN "MUJERES EN LA SOMBRA"
Una mirada retrospectiva a los inicios del activismo feminista en Alcorcón
Hasta el día 14 de Marzo
Abierto en el horario del Centro
 (de 09:00h a 21:00h)

Clausura el lunes 14 de Marzo a las 19:00h con la conferencia pública "Reconstruyendo la épica de la lucha de las mujeres"

Por Eva Palomo Cermeño, Doctora por la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid. Investigadora y experta en cuestiones de género. Presentación de su último libro "Sylvia Pankhurst. Sufragista y socialisyta"

INICIATIVA Y ORGANIZACIÓN
Ana Castilla, artista y activista por los derechos de las mujeres en nuestro municipio, integrante de los Colectivos "Vindicación" (década de los 80) y GAFA - Grupo Acción Feminista de Alcorcón (actualidad)


lunes

Manifestación DEL 8 de Marzo en Madrid, Dia Internacional de la Mujer Trabajadora



DIGNAS
DIVERSAS
INSUMISAS
JUNTAS
Juntas por Nuestros Derechos.
Contra las Violencias Machistas,
Empoderamiento Feminista
 
                 Manifestación en Madrid, 8 de Marzo de 2016.
                           A las 19:00 de Atocha a Cibeles.
 
Convoca:Movimiento Feminista de Madrid, comisión 8 de marzo.


https://www.facebook.com/events/592807980887435/

martes

"El pleno reprueba al alcalde de Alcorcón por incumplir sus mandato", de El País


El pleno reprueba al alcalde de Alcorcón por incumplir sus mandato

La oposición alega que no se ejecutan las propuestas aprobadas sin el apoyo del PP




Toda la oposición del Ayuntamiento de Alcorcón (170.000 habitantes) reprobó en el pleno de ayer la gestión de su alcalde, David Pérez (PP), que gobierna en minoría por la abstención de Ciudadanos. Alcorcón, séptimo municipio más poblado de la Comunidad, tiene un gran valor simbólico porque es el mayor feudo municipal del PP y el único que mantiene en el llamado cinturón rojo. La reprobación, auspiciada por Ganar Alcorcón, critica que Pérez no cumpla lo aprobado en pleno.
Jesús Santos, el portavoz de Ganar Alcorcón, sostiene que tras aprobarse su moción reprobatoria, pretende reunirse con el resto de los grupos para ver si “puede haber una base programática común para presentar una moción de censura”. El PP tiene diez ediles, el PSOE siete, Ganar Alcorcón cinco, Ciudadanos cuatro e IU uno.

Alfonso Reina, el portavoz de Ciudadanos, se muestra más cauto y sostiene que la reprobación es “un toque de atención” para que Pérez “deje de gobernar como si mantuviese la mayoría absoluta”. El acuerdo de investidura cerrado con Ciudadanos obliga al PP a quitar atribuciones a la Junta de Gobierno Local para dárselas al pleno. De forma que todas las proposiciones aprobadas por los grupos —aunque no cuenten con el apoyo del PP— se ejecuten. La lista de incumplimientos es larga, según la oposición: proposiciones sobre desahucios, pobreza energética, los vados, paralización del proceso de funcionalización, banco de préstamo de libros de texto (el PP optó por conceder becas) o la privatización de la tala de árboles o de servicios generales.

La portavoz socialista, Natalia de Andrés, ahondó en la idea: “Hemos exigido un cambio de actitud porque la ciudadanía no ha querido dar el poder absoluto y mayoritario al PP, así que está obligado a llegar a acuerdos”.

La izquierda (no Ciudadanos) reprocha también a Pérez, que es diputado regional, no tener presupuestos cerrados para 2016. Fuentes municipales sostienen que “pronto” se aprobarán estas cuentas, pues ha habido que esperar a que el Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas aprobase un crédito para pagar a plazos los 58 millones (51 más intereses) que Alcorcón debe de expropiaciones durante mandato de los socialistas. El regidor arrebató en 2011 la alcaldía a este partido con mayoría absoluta.

Además, en los plenos planea la duda sobre las adjudicaciones a Colefy y Waiter Music, las principales empresas de la trama Púnica que supuestamente pagaban mordidas a cambio de contratos. La oposición asegura que Pérez obstaculiza el acceso completo a los expedientes en la comisión que está evaluando desde hace meses esas contrataciones. Fuentes de la alcaldía, sin embargo, aseguran que los grupos tienen “toda la documentación reclamada” y recuerdan que la Audiencia Nacional no ha pedido ningún papel a Alcorcón.

Pérez, que fue presidente de los municipios madrileños, tomó posesión de la vara de mando el pasado junio entre gritos de “corrupto” y “Púnica” y conatos de agresión, presagiando un mandato muy convulso.