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"¿A dónde va el gobierno de Ahora Madrid?", por Manifiesto por el Socialismo

 

¿A dónde va el gobierno de Ahora Madrid?



Notas para el balance de IU Madrid ciudad (7 de junio de 2017)

Esta discusión cobra su sentido pleno cuando se enmarca la labor municipal como un frente más de la pelea por transformar la sociedad y superar el sistema capitalista, que es la auténtica raíz de los principales problemas económicos y sociales que sufrimos. No cabe duda que desde un ayuntamiento no es posible transformar la sociedad, pero puede ser una terreno que nos permita conquistar derechos y mejoras en las condiciones de vida de la clase trabajadora, de nuestros barrios, en materia de empleo, vivienda, participación democrática… y, al tiempo y con igual importancia, elevar la conciencia y el nivel de organización de nuestra clase social.
La lucha en el Ayuntamiento de Madrid ciudad trasciende el ámbito de la ciudad e, incluso, de la Comunidad. En la medida que IU Madrid carece de representación en la Asamblea, la labor municipal se convierte en la punta de lanza de la lucha en el terreno institucional. Es más, el conflicto contra Montoro por los presupuestos, está permitiendo agrupar a los ayuntamientos del cambio a escala estatal en una lucha contra las políticas de recortes.
  1. La victoria de Ahora Madrid, como el resto de los Ayuntamientos del cambio, fue el resultado político y electoral del periodo de movilizaciones que abarca desde el 15M, y que tuvo su momento álgido con las marchas de la dignidad de 2014.
  2. A pesar de las enormes dificultades que hubo para hacerla realidad, el hecho de lograr tener una candidatura unitaria formada desde abajo por activistas, con raíces en los barrios, fue decisiva para la implicación de miles de ellos y ellas en el desarrollo de la campaña. La actitud agresiva y despectiva del PP, y de Esperanza Aguirre, actuó de acicate para la candidatura que al final superó todas las expectativas y pudo plantearse formar gobierno en solitario, aunque depende del apoyo del PSOE.
  3. La debilidad de partida del gobierno de AM, con su dependencia del grupo municipal “socialista”, convierte en vital que sea capaz de ir ganando cada vez más apoyo en los barrios, promoviendo la organización y la movilización conjunta de las masas con su gobierno. De hecho, el apoyo fundamental de AM está en los barrios obreros.
  4. En la medida que el proceso sobre el que se levanta AM culmina con la victoria del PP en las elecciones de diciembre de 2015, y su reválida en junio de 2016, —que se suma a la victoria del PP en la Asamblea de Madrid en 2015— se cierra el ciclo político y de movilización empezado en 2011. El PP, apoyándose en estos resultados consigue la apariencia de “superar” momentáneamente su crisis, y se abre un período de crisis en las organizaciones de la izquierda.
  5. Una diferencia decisiva tanto en las elecciones de la Comunidad en mayo como en las de diciembre de 2015 es la falta de unidad de la izquierda transformadora, que se reflejó en resultados muy por debajo de los de AM.
  6. Desde entonces, hay un estancamiento de las luchas y una caída de la participación. Y esa situación es determinante, pues debilita la fuerza de las organizaciones de izquierda y fortalece la burocratización y la adaptación al sistema, propiciando la renuncia a las políticas transformadoras, dentro de una política revolucionaria.
  7. El mantenimiento del PP en los gobiernos de la Comunidad y del Estado, obliga al gobierno de AM, y al conjunto de los ayuntamientos del cambio, a ser gobiernos de resistencia frente a una derecha que descargará toda su artillería contra ellos, para evitar que pueda tener éxito cualquier ejemplo de cambio.

Balance de los primeros dos años
  1. Tras las elecciones, las esperanzas en AM fueron enormes. Después de 26 años de gobiernos de la derecha se vio una ocasión de dar un giro decisivo a la situación social en la ciudad de Madrid. El gobierno municipal ha supuesto avances en toda una serie de terrenos: incremento del gasto social y la inversión, afloramiento de la corrupción del PP, accesibilidad de los concejales, en general, y una apertura a una participación vecinal que no existía antes, otra actitud muy distinta del gobierno del PP, la lucha contra la contaminación, por hacer una ciudad más humana (aumentando la peatonalización de las calles, como el caso de la Gran Vía)… Esto le ha granjeado la simpatía de una parte importante de la población. Y ello, a pesar de los ataques constantes de la derecha, de la mayoría de los medios de comunicación y el sinfín de obstáculos que el sistema emplea para lograr que fracase esta experiencia.
  2. En primer lugar, nos hemos encontrado de frente con la realidad del carácter de clase de las instituciones del Estado, incluido el Ayuntamiento. Esa enorme maquinaria burocrática está pensada para frenar las reivindicaciones de la clase trabajadora, no para darles cauce.
  3. El PP está usando todos los instrumentos a su alcance para frenar cualquier cambio que ponga en peligro su política de transferencia de rentas de la clase trabajadora a la clase capitalista: leyes que tratan de forzar la aplicación de recortes del gasto social, limitación del aumento de las plantillas públicas, obstáculos a la remunicipalización, boicot activo a los intentos de cambio…
  4. Además, el PP tiene un doble interés: por un lado utiliza el superávit municipal para cuadrar sus cuentas, por otro, crea un corsé que trata de impedir que prospere cualquier alternativa política intentando obligarles a hacer recortes.
  5. Evidentemente, con todo eso había que contar desde un principio. Por supuesto, ahora lo estamos aprendiendo en la práctica y de primera mano, lo cual es una escuela muy útil, aunque dura. Hay demasiado dinero en juego para que se queden de brazos cruzados. Estamos hablando de la lucha de clases expresada en el terreno municipal (contratas de servicios y urbanismo, como principales negocios). No es posible resolver el subdesarrollo crónico de la ciudad sin enfrentarnos de lleno a las grandes empresas y bancos que, con el PP, han controlado Madrid.
  6. La única forma de superar esta barrera es la movilización. Desde un ayuntamiento no se puede transformar la sociedad, pero puede ser un frente de lucha de enorme importancia si el equipo de gobierno, y las organizaciones que le respaldan, se transforman en uña y carne con el movimiento de la clase trabajadora, sindical y vecinal, y de los sectores populares de la sociedad.

Dos políticas en el equipo de gobierno
  1. La candidatura de AM era una propuesta con una gran diversidad, desde los postulados más netamente socialdemócratas a quienes defendemos la necesidad de una transformación socialista de la sociedad. Necesariamente eso iba a marcar la política del gobierno municipal, en el que hay distintos puntos de vista.
  2. Hoy por hoy, un sector mayoritario del Grupo de AM no concibe el gobierno municipal como una herramienta para impulsar un cambio en profundidad que, a su vez, reanime la lucha por la transformación social, sino que se plantea gestionar la institución sin cuestionarla ni a ella ni al sistema. Esto ha supuesto que, desde el principio, la mayoría del equipo de gobierno orilla el programa de AM en temas clave: municipalizaciones, empleo, urbanismo, descentralización, memoria histórica… Incluso llegó a plantearse que el programa era meramente orientativo. La frase más habitual estos meses para todos los activistas ha sido: “No se puede hacer, la ley no lo permite”. Según ese criterio, Rosa Parks debería haberse sentado donde le correspondía según la legislación de su época, los asientos para negros, en lugar de rebelarse contra las leyes racistas. Incluso se deja de lado el hecho de que las leyes son interpretables, y que la manera en que se aplican depende en gran medida de la correlación de fuerzas en la sociedad.
  3. La mayoría del equipo de gobierno ha actuado conforme al criterio de cerrar el proceso de la remunicipalización, utilizando como excusa las dificultades jurídicas para no hacer ningún plan al respecto. Igual que en el tema del empleo, muy por debajo de las necesidades reales en todos los terrenos.
  4. Aquí también han jugado un papel negativo las direcciones sindicales (con honrosas excepciones), que en lugar de impulsar las remunicipalizaciones y buscar la unidad de los distintos sectores de trabajadores y trabajadoras vinculadas con el Ayuntamiento (funcionariado, laborales y contratas), para animar a este consistorio a cumplir con su programa municipal, han tomado una postura rayana en el corporativismo dejando abierta la puerta a posturas que, en lugar de sumar enfrentan a un sectores contra otros. Es imprescindible que eso cambie.
  5. Respecto a la época de Ana Botella (el momento más bajo de apoyo al gobierno municipal de Madrid), el respaldo del ejecutivo de Carmena ha crecido claramente, aunque sigue por debajo del de Gallardón. Pero, el problema fundamental es que la gente más consciente, los activistas, está seriamente decepcionados por la enorme brecha entre las expectativas y las realidades. Y, especialmente, porque sienten que gran parte del gobierno no cuenta con ellos y ellas a la hora de desarrollar su labor. Y, sin su apoyo consciente y convencido, no es posible consolidar un movimiento capaz de impulsar un cambio social.
  6. La única encuesta electoral disponible habla de una reducción del apoyo a AM, que bajaría de 20 a 19 concejales, y crecería el del PSOE de 9 a 10. Es decir, hay un ligero debilitamiento de AM y una pequeña recuperación del PSOE. Lo que, aparentemente atenuaría el resultado, es la fuerte caída del PP, que pasaría de 21 a 15 concejales, en beneficio de Cs que lograría pasar de 7 a 13. Sólo es una encuesta, pero nos muestra los riesgos de la situación si no logramos imprimir otra dinámica.
  7. La cuestión es que, en lugar de ir creándose vínculos cada vez más fuertes entre el movimiento y el gobierno municipal, cada vez está más debilitado el movimiento y los vínculos. Y eso, fortalece la tendencia a adaptarse al sistema. En rigor, al sector pequeñoburgués, es decir, el que, en lugar de enfrentarse al sistema, se amolda a él y acaba cediendo de facto a sus exigencias.

Sí es posible hacer otra política
  1. A pesar de la desmovilización, al frente de una institución como el Ayuntamiento de Madrid se dispone de un altavoz enormemente potente, con capacidad para influir en la actitud de las masas e impulsar un cambio en esa situación.
  2. La política seguida por el Área de Economía y Hacienda ha puesto en evidencia que es posible otra postura, que contrasta con la que se ha seguido en empleo, municipalizaciones o urbanismo. Desde Hacienda se han utilizado todos los resquicios legales para dar una batalla contra la política recortes del PP, en lugar de usar los obstáculos como excusa para no aplicar el programa.
  3. La actuación en Hacienda se ha convertido en un referente para muchos activistas de que otra política es posible. En parte, incluso ha actuado de dique frente las tendencias a una política cada vez más adaptada al sistema.
  4. Por la labor del Área de Hacienda ha prosperado la principal remunicipalización, la Funeraria. También se ha jugado un papel decisivo a la hora de tirar de la manta y poner al descubierto la corrupción del PP.
  5. Si la actitud de todo el equipo de Gobierno y del Grupo de AM, y de todas las organizaciones que componen AM, fuese igual de combativa habría tenido enormes consecuencias en los dos años que llevamos. Basta imaginar a la alcaldesa explicando con argumentos y cifras qué supone que los servicios municipales estén en manos privadas y públicas. O, una labor barrio a barrio explicando qué pretende Montoro y lo que supondría ceder a sus exigencias.
  6. Incluso, cuando el Ayuntamiento se pueda ver imposibilitado para hacer determinadas políticas por el gobierno central y su panoplia de leyes reaccionarias (y su interpretación de las mismas, que no es neutral), su deber es explicarlo y actuar de forma que quede claro que no es por él que no se hacen las cosas, evitando poner la venda antes de la herida. La clase trabajadora, al menos sus sectores más avanzados, comprenderán perfectamente los obstáculos a los que nos enfrentamos si somos sinceros y demostramos nuestra voluntad de usar todos los recursos disponibles para combatirlos.

¿En qué momento estamos?
  1. La falta de movilización y la actitud institucionalista predominante en el gobierno municipal se alimentan mutuamente. De hecho, se genera un círculo vicioso pues alimenta la decepción entre los activistas y, por extensión, la desmovilización. Eso, a su vez, anima a esas posturas más conservadoras.
  2. Esta dinámica favorece la posibilidad de una derrota de AM en unas próximas elecciones. La bancarrota del PP, trufado de corrupción, puede que nos permita evitarla, pero no debe impedir ver los problema que arrastramos.
  3. Y, además, las posiciones más combativas cada vez chocan más con las del sector reformista. Al final, corremos el riesgo de que el inevitable enfrentamiento contra Montoro o la necesaria lucha sin cuartel contra la corrupción, acabe siendo vista como un inconveniente para los sectores más institucionalistas del equipo de Gobierno.
  4. Por tanto, como en tantos otros procesos históricos, vemos un choque creciente entre el sector que tiene un planteamiento revolucionario, transformador, que más consecuentemente quiere cumplir los compromisos de Ahora Madrid, y el sector reformista, que tiene a evitar el conflicto con las instituciones y el sistema. Y, si persiste la desmovilización, la tendencia será al fortalecimiento de este último sector.
  5. Para que esa dinámica cambie es imprescindible una recuperación de la movilización y agrupar a los activistas más combativos. Y para eso es imprescindible levantar una alternativa y construir organización.
  6. A la hora de caracterizar el estado de ánimo de las masas respecto al gobierno municipal hemos de hilar muy fino. Debemos tener presente que estas se dividen en distintos sectores, que tienen diferentes percepciones, que llegan a distintas conclusiones o a distintos ritmos. Como señalábamos al principio, para una amplia capa de votantes de AM el gobierno de Carmena tiene una gran autoridad, mientras que para los activistas predomina la decepción. Hemos de evitar que esa brecha crezca con actitudes sectarias, por eso la tarea es ahora explicar pacientemente, buscar la forma de lograr que sectores cada vez más amplios de la clase trabajadora conozcan los diferentes puntos de vista que existen en Ahora Madrid, y en el propio Gobierno, para que se vayan haciendo una idea de la situación. Si no logramos eso, corremos el riesgo de que los conflictos se vean como meras peleas por el poder o que parezcan como un rayo en un cielo claro.
  7. Debemos rechazar de plano que no sea lícito sacar a relucir las diferencias que existen dentro del grupo municipal, y entre las distintas organizaciones que componemos AM. De hecho, todo el mundo sabe que las hay. La cuestión es que no se pueden enterar de ellas sólo por los medios de comunicación, ni de forma parcial o sesgada. Hemos de normalizar que las diferencias políticas se traten abiertamente, se debatan por parte de los activistas (y del conjunto de los vecinos y vecinas), de forma amistosa. Si somos capaces de hacerlo así, haremos una demostración de pluralidad que sólo puede ser vista con simpatía.
  8. Desde luego, facilitaría mucho las cosas que AM arbitrar los cauces para que, desde los barrios, desde los distritos de abajo a arriba, los activistas que damos nuestro respaldo a AM pudiéramos debatir y tomar decisiones democráticamente en los temas de calado.

La situación de IU Madrid ciudad
  1. Para IU Madrid ciudad es vital ser capaces de construir una organización que sea capaz de hacer oír nuestra alternativa, y que predique con el ejemplo. No es suficiente con la buena labor de nuestros representantes en el Ayuntamiento.
  2. Es una aspiración vital ser capaces de superar la actual situación de división de la izquierda transformadora, por eso defendemos la unidad, para empezar en la lucha y, como consecuencia de eso, en las candidatura electorales. Pero es evidente que lograr esa superación en una situación de desmovilización como la actual es una tarea mucho más complicada y larga de lo que podía suponerse hace un par de años. Algunas personas plantearon plazos para la desaparición de IU en unas condiciones objetivas y subjetivas que ya no existen, mantenerse en el error es conducir a la izquierda a un callejón sin salida, volviendo a viejas fórmulas ya agotadas.
  3. En la actual situación, necesitamos una IU de Madrid fuerte y con autoridad política. Es imprescindible para organizar a nuestros compañeros y compañeras, y la ocasión de demostrar en la práctica que es para nosotros un movimiento político y social, es decir, una organización que sea democrática y que funcione de abajo a arriba. Y, también, una organización que defienda de forma consecuente los intereses de la clase trabajadora y la necesidad de una transformación socialista y democrática de la sociedad. Si no lo hacemos nosotros, nadie lo hará.
  4. Es un error pretender usar IU como una suerte de “marca blanca” para negociar la participación en futuras CUPs, o como una fuente de ingresos. El fracaso de la nueva IU sería el fracaso de todos los partidos y colectivos que la componen.
  5. Necesitamos a toda la militancia y a todos los cuadros unidos e ilusionados en la tarea de construir IU, desplegando una actividad mucho mayor de la que se ha desarrollado en estos meses pasados. Para ello es imprescindible crear una dirección política y hacer que el conjunto de la militancia se sienta parte de la organización, que lleguen la información, la propuesta política a las Asambleas y haya posibilidad efectiva de participar en ello por parte de todos los militantes.
  6. Si hacemos bien las cosas, muchos activistas verán en IU un ejemplo, un referente, frente a las actitudes burocráticas y la falta de coherencia política. Y, así, transformaríamos en militancia la actuación de nuestro grupo municipal.
  7. De hecho, el gran respeto que la actuación hacia nuestros concejales está suscitando, no se transforma en más organización porque no estamos funcionando suficientemente como IU.
  8. Nuestro equipo municipal trabaja sin suficiente coordinación con la organización, en primer lugar, por la debilidad de la organización. Debe haber un diálogo constante entre la organización y nuestra representación institucional, y funcionar coordinadamente. Ningún equipo municipal pueda dar esta batalla sin una organización detrás, que le dé su respaldo, que actúe de nexo de unión con el movimiento en los barrios, la lucha sindical y la militancia. Si no, el riesgo de que ambos pierdan la perspectiva y que se distancien, es muy grande, como hemos aprendido en el pasado. No es una cuestión de buenas o malas intenciones, es un problema político y organizativo. Y en definitiva una capacidad de tener una perspectiva política, más allá de tacticismo cortoplacista.
  9. Para ello, es imprescindible que IU Madrid ciudad disponga de recursos suficientes para desarrollar su actividad. La soberanía de las asambleas en su ámbito (tanto en los distritos como a escala de Madrid ciudad) no puede quedarse en una declaración formal, sino que debe ser la piedra de toque de la democracia en IU. La militancia sólo se sentirá implicada con el proyecto que queremos construir si siente que su opinión cuenta y que su labor es reconocida. Los recursos generados por nuestros representantes, concejales y asesores incluidos, —que están ahí por la labor colectiva del conjunto de la militancia— deben contribuir a sostener la actividad de IU Madrid ciudad, y contribuir al sustento de la estructura regional con los mismos criterios de partida que el resto de asambleas locales.

¿Qué hacer?
  1. Nuestro objetivo debería ser lograr que en las próximas elecciones seamos capaces de derrotar al PP y de lograr formar un nuevo gobierno de Ahora Madrid, más fuerte y con un peso decisivo del ala izquierda. Un nuevo gobierno que se apoye en la movilización de los barrios y de la clase trabajadora. Es necesario elegir bien los temas principales de lucha. Esto es una labor de largo recorrido, que debemos situar en perspectiva. No se trata de todo o nada, sino de tener claro a dónde nos dirigimos.
  2. Para ello, es muy importante aprovechar la segunda mitad de la legislatura para apretar el acelerador y buscar los cauces para contribuir a reanimar la movilización.
  3. Como parte del gobierno de AM tenemos que hacer cuánto esté en nuestra mano para conseguir cuantos logros podamos para la clase trabajadora de Madrid, que mejoren sus condiciones de vida y que la fortalezcan para seguir luchando. Pero no podemos ver sólo el corto plazo, también hemos de preparar el futuro de la lucha. Frente al sector reformista, es preciso levantar un ala transformadora, con una perspectiva revolucionaria, que cada vez sea más fuerte. Para ello el primer objetivo debería ser fortalecer IU, lograr que sea visible su alternativa y la necesidad de organizarse para defenderla. Y, a la vez, estrechar lazos cada vez más fuertes con todos los sectores más combativos de Ganemos y de Ahora Madrid.
  4. No se trata de elegir entre IU y Ahora Madrid (o la Unidad Popular), sino de que ambas cosas se pueden y se deben fortalecer al mismo tiempo. La tarea no es “superar IU”, haciéndola desaparecer para saltar al vacío, sino superar el fracaso de la izquierda en las últimas décadas. Para construir un nuevo objeto necesitamos una herramienta útil, y hoy por hoy la herramienta más eficaz que nos ayudará en ese proceso de metamorfosis de la izquierda, le pongamos el nombre que le pongamos, es la militancia de Izquierda Unida.
  5. Hay mucha presión e intereses para que el sector del grupo municipal más a la izquierda sea apartado del gobierno. La dirección del PSOE no hace más que mandarle mensajes a la Alcaldesa, de que puede contar con ellos frente a los concejales “bandoleros”. Debemos contrarrestar esa presión construyendo organización y uniendo a los sectores más combativos de Ahora Madrid.
  6. Ese sería el papel central de IU, desde la defensa de AM frente a los ataques del PP — precisamente porque no queremos que la derecha se salga con la suya— ser capaces de criticar y dar alternativa a la política reformistas, institucionalistas.
  7. En estas circunstancias, nuestra primer labor es explicar, explicar y explicar, para ganar el apoyo de la mayoría.

Nuestra alternativa: ejes centrales
  1. Corrupción: El apoyo a nuestros concejales y concejalas hoy cuestionados por el PP, Cs y el propio PSOE, y a cuantos se encuentren en esa situación es vital. Este tema, tan indignante puede ser un catalizador del malestar social en cualquier momento. Además, no debemos olvidar que si no defendemos a nuestros compañeros y compañeras, la derecha no cejará hasta lograr su defenestración.
  2. Presupuestos: ésta es una lucha permanente y vital. Tener los recursos no garantiza que se utilicen bien, esa es otra pelea, pero son condición previa para poder hacer algo que no sea repartir la miseria. Y si hoy se dispone de recursos es gracias a que se le está plantando cara a Montoro. Esa batalla la estamos ganando gracias a la labor de nuestra representación en el gobierno de AM y debemos transformarla en apoyo organizado. Hay que hacer una labor explicativa permanente de las implicaciones del ataque de Montoro y vincularla a exigir las dotaciones necesarias en los barrios, con propuestas concretas. Esa es la única forma de que no se vea esta lucha como algo abstracto. Los presupuestos de 2018 son los últimos que vamos a poder aprobar con efectos en la legislatura, debemos prepararlos desde los barrios. Esta lucha debe, además, plantearse en toda la Comunidad como una de las principales formas de confrontación contra el PP de Cifuentes, comparando lo que se está haciendo en la Comunidad y lo que se está haciendo en los ayuntamientos gobernados por las CUPs.
  3. Remunicipalizaciones: La mayor dificultad en este frente es la falta de apoyo a esta reivindicación, en particular de las direcciones sindicales y de una parte decisiva del propio equipo de gobierno. Así que la tarea no puede ser otra que explicar lo que pretende el PP, a quién beneficia, y lo que supondrían las municipalizaciones. Y seguir exigiendo que se elabore un plan de municipalizaciones.
  4. Empleo y derechos laborales: explicar la necesidad de aumentar el empleo municipal. Atacar a la derecha, pero también la política errónea del consistorio. Para ello hay que crear el Área Sindical de Madrid ciudad. Debemos reclamar al gobierno municipal que se posicione al lado de los trabajadores y trabajadoras frente a las empresas contratistas del Ayuntamiento, cuando éstas conculquen los derechos laborales. La importancia de organizar a nuestros compañeros y compañeras que trabajan en el terreno municipal es de primer orden, y de aumentar su número, pues son el punto de apoyo para muchas cuestiones de la actividad municipal cotidiana, en la que nos encontramos con una suerte de boicot velado a los intentos de cambiar el funcionamiento del Ayuntamiento para que realmente esté al servicio de la mayoría de los vecinos y vecinas.
  5. Participación democrática: los foros locales y las Juntas de distrito deben convertirse en una palanca de movilización, con el compromiso de las Juntas de impulsar la participación y que se aprueben en el pleno las reivindicaciones de los barrios. No debemos perder de vista que la participación democrática sólo avanzará si quienes toman parte en ella comprueban que sirve para algo, que las Juntas recogen su labor y sus propuestas.
  6. Para eso necesitamos organización: hay que dotar a IU de dirección política efectiva, coordinación entre el grupo institucional y la organización. Reuniones regulares donde se debate la política municipal a fondo. Participación habitual de los concejales en las reuniones de coordinadora (de forma rotativa, cuando menos).
  7. Y hay que dotarla de recursos para hacer su trabajo. La soberanía de las asambleas de distritos y de la Asamblea de Madrid ciudad no puede ser retórica. Ambas deben ser quienes administran los recursos que genera Madrid ciudad en todos los ámbitos y, a partir de ahí, transferir lo que se acuerde a la dirección regional, no al revés.
  8. Abogamos por fortalecer Ahora Madrid, que funcione democráticamente, y debemos tratar de que eso empiece desde los barrios, desde los distritos, de abajo a arriba. Pero no debemos perder de vista que eso no depende sólo de nosotros. Mientras tanto, lo único que está realmente en nuestras manos es el funcionamiento de IU.
  9. La elección de la próxima candidatura debe ser por primarias, con el mismo método empleado en las anteriores elecciones. IU debería promover su propia candidatura vinculada a un programa, eligiéndola también con nuestras propias primarias.
  10. Hay que promover un encuentro de entidades sociales de la izquierda (AAVV, sindicatos, ecologistas…) para coordinar nuestras exigencias frente al Ayuntamiento en todos los terrenos: empleo, municipalizaciones, presupuestos, urbanismo… Es imprescindible levantar un movimiento que contrapese la enorme presión que llega al consistorio por el otro lado. Un movimiento social no se crea por decreto, pero así estamos sentando las bases para contribuir a promoverlo y, conforme surja, encauzarlo.
  11. Por supuesto, no es lo mismo un gobierno municipal de Esperanza Aguirre, que uno de Manuela Carmena, ni en Madrid ni en ninguna de las ciudades donde se derrotó al PP, ni es lo mismo un gobierno autonómico del PP que del PSOE (como en el País Valencià), pero si nos quedamos en esa afirmación sólo estaríamos abonando el terreno para una futura frustración y derrota de la izquierda, pues nuestro propósito no es el mal menor, sino la transformación de la sociedad. Lo que muestran estos triunfos es el potencial enorme de transformación que late en la sociedad, pero si no lo llevamos hasta las últimas consecuencias, podría suceder lo que tantas veces ha ocurrido, también en Madrid, la vuelta de la derecha, simplemente un período de alternancia. Si queremos hacer el cambio irreversible, sólo lo podemos conseguir con medidas que alteren a mejor, de forma palpable, la vida material y espiritual de la clase obrera, de la juventud, de las mujeres… que hagan invencible el respaldo a la izquierda, y para eso sólo hay una alternativa: el convencimiento de que nuestra meta final, el socialismo, está ligado a lo que hacemos cada día, a la lucha por cada reforma. Sin ese objetivo nos quedaríamos en dar una mano de pintura a unas instituciones podridas, a un sistema agónico. Y nuestro propósito es dar cauce a la sociedad nueva que llevamos en nuestros corazones y eso sólo se alcanzará si tenemos, también en el campo municipalista, la hegemonía de una fuerza comprometida con el socialismo.

Manifiesto por el Socialismo
http://www.porelsocialismo.net
El colectivo Manifiesto por el socialismo publica las conclusiones de un debate de balance de la primera mitad de la legislatura y propuestas para la segunda parte. La discusión fue realizada a finales de mayo con la participación de compañeros y compañeras de distintas asambleas de distrito. Todos nosotros y nosotras somos militantes de IU, completamente comprometidos en su construcción. Con esta propuesta pretendemos contribuir al debate en las Asambleas de IU de Madrid ciudad y, también, de todos los colectivos implicados en el desarrollo de la actividad de Ahora Madrid. Somos los primeros interesados en llevar a buen puerto la primera experiencia de un gobierno municipal de izquierdas en la ciudad de Madrid, tras un cuarto de siglo de gobiernos del PP.

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